Estoy vivo, y camino las calles, observo miles de mujeres hermosas, observo el diario vivir, el día, la noche. Como, cago, duermo. Tomo una cerveza, un vino, hago el amor, ¡qué amor ni qué mondá! Hablo con mucha gente. Leo, escucho música, escribo algo como ahora, voy al mar, La Mar, me baño, monto en bicicleta, dibujo, trabajo, pienso, juego. ¡Estoy vivo! ¡Pero me siento muerto! Encuentro el no sentido de la vida, y en esos momentos donde me siento muerto, ni el suicidio tiene sentido. No sé sí sea el calor. Si tengo plata para comprar el mundo entero, no tiene sentido. Si no tengo dinero para comprar nada, tampoco tiene sentido. Si como mucho, no tiene sentido. Si no como a veces, tampoco tiene sentido. Si hay una mujer para hacerme el amor, no tiene sentido. Si hay mil mujeres para tener sexo conmigo, tampoco tiene sentido. Si duermo mucho o duermo poco, no tiene sentido. Si no tengo pareja, no tiene sentido, si tengo pareja, tampoco tiene sentido. No tiene sentido que no tenga...