Lectura sobre libro “El Espectador” de José Ortega y Gasset… (15/01/2’025)
Lectura sobre libro “El Espectador” de José Ortega y Gasset… (15/01/2’025)
Este libro es apenas una pequeña recopilación de todo lo que significa “El Espectador” completamente de los ensayos o artículos o reflexiones de José Ortega y Gasset. Habla sobre España, sus territorios, sus personajes, su comportamiento, su influencia presente marcada por los siglos de su historia. Hace rato que quería leerlo, ya que Facundo Cabral lo citaba a veces en sus discursos. Era un pensador, un filósofo que al igual que Nietzsche trató de describir al “ser” para encontrar su evolución más allá de lo intelectual. Es Ortega y Gasset casi preciso con el lenguaje para expresar su idea, para hacernos entender sus comprensiones que no son fáciles de plasmar. Describe cómo una época ha marcado la que sigue, hablando sobre la arquitectura, la cultura, la música, la manera de vestir, de pensar, entre otras cosas o asuntos que influyen en las personas que van naciendo y que van a formar su criterio y su carácter, es decir, una sociedad trascendental tendrá personas ilustres, mas una sociedad mediocre y corrupta tendrá los personajes más atarvanes que hayan podido existir, sin embargo, es la belleza y la verdadera clase y la finura del espíritu lo que prevalece por encima de los espíritus más soeces o bárbaros o inverecundos. Es la verdadera inteligencia más poderosa que la brutalidad, porque ante los superhumanos los humanos brutales son nada, aunque hayan adquirido poder terrenal, hay un poder superior a eso, un poder divino que fue quien creó o diseñó al terrestre y que está por encima de la materia, por eso la riqueza material queda reducida a simple ceniza, porque la que vale es la riqueza interna de la cual se nos ha dotado pero que no desarrollamos porque nos dejamos absorber por la elementalidad de este sistema de mundo mediocre labrado por los humanos más brutales. Este es un pensamiento extraterrestre, superior, lejos todavía de lo que la humanidad persigue con afán, es decir, riqueza efímera y sin valores, que pisotea al prójimo y a eso le llaman “astucia” o “viveza” y la confunden con la inteligencia, no obstante, eso es burdo, de lo más lumpen de la ralea de los espíritus atrasados en la vanidad, la farándula, las falsas grandezas y realizaciones. Y recuerden que cuando uno lee un libro, un periódico, o una revista, o un artículo, o hasta una frase profunda, uno no volverá a ser el mismo, lo digo por experiencia, porque la experiencia no se improvisa.
Atentamente, El Escribidor de La Loma del Diamante.
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