Lectura sobre el libro “Ciencia, razón y sociedad en la época de la Ilustración”… (23/12/2’024)

Lectura sobre el libro “Ciencia, razón y sociedad en la época de la Ilustración”… (23/12/2’024)


¿Cómo puede ser uno sumiso ante un sistema de mundo basado sobre la mentira que cifra su confianza en las efímeras riquezas materiales que son adquiridas con la estafa, la trampa, el engaño, la explotación laboral, la avaricia, la codicia, el amor a conseguir el dinero a cómo dé lugar, la corrupción del corazón, y que por ende carece de virtudes y que irónicamente a esto le llaman producir? Jamás de los jamases. Porque es una sociedad y sistema de oropel con un brillo pobre que se termina oxidando, sistema pueril y elemental en espíritu que carece de las verdaderas virtudes que dan la verdadera grandeza las cuales hacen que un sistema de mundo o una sociedad tenga un entorno verdaderamente civilizado porque ha trascendido en su pensamiento, y llevan al ser humano a la verdadera gloria.


Un ser humano con virtudes excelsas más grandes que el oro del mundo, no tiene por qué arrodillarse ante un sistema de mundo inferior a él, es decir, un sistema banal y vano, que se deja persuadir por el brillo de los metales, y peor aún, de los metales más baratos, y peor aún, del oropel más puro y barato. Un ser humano con grandes cualidades moldeadas por las virtudes no busca riqueza de fachada, ni de mentiras, no se autoengaña, porque es un ser humano que ha conocido la grandeza, que está más cerca de la verdad, que se para firme ante la mediocridad del sistema de mundo, es toda la riqueza del mundo la que se tiene que postergar ante él, no porque éste sea arrogante o soberbio, sino porque es la humildad la que le da la grandeza, y la admiración le ha llegado por añadidura a causa de sus virtudes, porque aquel que carezca de virtudes si se arrodilla ante el sistema mediocre para no morir de hambre porque tiene miedo, entonces justifica doblegarse con no morirse de hambre, es a lo que los hombres de virtudes llaman muertos de la hambre porque tienen miedo, porque se dejan seducir por un plato de lentejas, no son hombres con altos valores porque tienen miedo, por eso carecen de valentía, de coraje, porque para resistir la mediocridad de un sistema de mundo dirigido por los menos ilustres hay que tener el coraje del pensamiento, el carácter modelado, el criterio estructurado. Resistirse ante los poderosos porque controlan al sistema, más no porque intelectualmente lo sean, porque la verdad es que son los menos aptos para dirigir un sistema, y no están preparados para una verdadera gloria (no la entienden), sino que para una efímera “grandeza” y vanagloria que produce lástima y, aunque tenga toda la riqueza del mundo, no tiene la Universal.


Hay un lema que dice: “Temor sólo ante Dios.” Aclarar que el temor no es miedo, sino respeto, precisamente por eso, por las virtudes. Si es un Dios de virtudes, entonces es lógico que se le tenga respeto, porque si somos seres humanos con virtudes, entonces entenderemos por nuestras propias virtudes que al superior que tiene verdaderas virtudes se le respeta, y lo hacemos porque nuestras propias virtudes nos lo enseñan, porque nos enseñan a comprender la grandeza por esencia misma, es entonces cuando viene el orden, cuando viene la libertad, cuando viene la verdadera anarquía, cuando entendemos y tenemos claro que debemos coexistir como sociedad, y por ende no necesitamos gobernante ni leyes que nos digan que hacer, sino que ya sabremos que hacer, porque las leyes ya las tendremos en nuestros corazones, y por ende: la autogobernanza, el verdadero sentido común. Sin embargo, si dios es un dios que carece de virtudes, entonces seguiremos teniendo el sistema de mundo mediocre que hoy sigue prevaleciendo, un sistema de mundo que cifra su confianza en la fortuna porque tiene miedo, y quien no la tiene la busca con afán y a cómo dé lugar porque tiene miedo, y eso hace perder los valores porque existe el miedo, porque el ser humano no está preparado para la riqueza porque tiene miedo, porque no sabe para qué es la riqueza de la fortuna, porque la guarda porque tiene miedo, la acumula, es egoísta, es apegado, y para obtener lo que quiere miente, roba, engaña, mata, hace guerras, extorsiona, y cuando con cualquier clase de maldad y de derramamiento de sangre se hace el ser más rico del mundo en fortuna, no se pone a pensar dónde ha quedado su grandeza, o cuál es su grandeza, cuál ha sido su verdadero aporte al mundo, no existe, morirá sin pena, ni gloria, ninguna enseñanza trascendental deja para la posteridad, un simple terrestre que vivió con miedo, un simple mortal que los habitantes del Cielo que se encuentra más allá del átomo desprecian, porque se parece más a la metáfora del Diablo, y se materializa este sentido figurado, y en este sentido se convierte en un lamentable ejemplo, ya sea para los seres humanos ordinarios que quieren ser extraordinarios, o para los seres humanos extraordinarios para enseñarlo a los seres humanos ordinarios.


Un ser humano que ha superado las pasiones, las emociones, que controla los afectos, que ha destruido sus conflictos internos, que ha matado al diablo que lleva dentro, que ha vencido al miedo, que a todos los demonios ha arrodillado dentro de sí, que ha entendido que en la vida, que en la propia existencia existen unas claves para derrotar al maligno que penetra su interior, que ha descubierto que es la ética la que mata al Diablo y que lo hace huir porque es cobarde y sucumbe ante su coraje, que se ha llenado de honor, de templanza, de todas las bellas cualidades habidas y por haber, que su humildad ha derrotado a la muerte, que se ha hecho inmortal, que aunque lo despojen de la carne seguirá viviendo, porque venció los tormentos que Satanás causa en el interior de cada ser humano, por eso los ángeles lo admiran, y hasta el mismo Todopoderoso, porque una persona puede demostrar que el ser humano es digno de su Creación, que puede llegar a ser más grande que los seres divinos, en el contexto de que un mortal no tiene el privilegio que tienen en la dimensión de los espíritus, porque es terrenal, es imperfecto, y eso lo hace más débil que ellos, y lo pone en una situación poco privilegiada, en un desconocimiento que crea sus miedos, mas cuando los vence con tan pocas herramientas, entonces se hace merecedor de un espacio en la eternidad.


Y es este tipo de ser humano el que debe tomar las riendas del mundo, eliminar al mundo basado sobre la mentira, y empezar a estructurar uno nuevo sobre las bases de la verdad, sobre las bases de las virtudes más que de la fortuna, porque son las virtudes las que deben controlar a la fortuna, y no la fortuna a las virtudes, porque la fortuna no piensa, en cambio las virtudes son el ejemplo. Y es este tipo de ser humano quien debe dirigir los territorios del planeta Tierra, porque es el ejemplo para la humanidad, mientras la humanidad trasciende, hasta que llegue el momento en el que la humanidad haya evolucionado sus virtudes, entonces es cuando ella ya no necesitará de un gobernante terrenal, y seguirá a uno espiritual, es decir: el que habita en su corazón. Y recuerden que cuando uno lee un libro, o una revista, o un periódico, o un artículo, o hasta una frase profunda, uno no volverá a ser el mismo, lo digo por experiencia, porque la experiencia no se improvisa.


Por José Antonio Támara-León.


El Escribidor de La Loma del Diamante.


https://www.youtube.com/watch?v=M9ZFMyaYZ08

Comentarios

Entradas populares de este blog

LECTURA SOBRE LA NOVELA DE MARTIN CRUZ SMITH DE: “EL PARQUE GORKI”… (24/02/2’024)

Sobre lectura del libro: “Sergio Camargo, el Bayardo colombiano”… (09/03/2’024)

No son esculturas, son monicongos… (06/10/2’024)