Sobre ensayo gnóstico de los misterios de la vida y de la muerte… (27/07/2’024)
Sobre ensayo gnóstico de los misterios de la vida y de la muerte… (27/07/2’024)
Este es un breve ensayo de la Gnosis. Me lo obsequió ayer un hombre de la Gnosis cuando estuve observando la Feria Latinoamericana del Libro de Cartagena (FELICAR) en el Centro de Cooperación Española que estará hasta mañana domingo. Mi abuelo paterno perteneció a la Gnosis, y me dicen que era un Maestro de Tercera Cámara, sin embargo, nunca me habló del asunto que yo recuerde, aunque sí me inculcaba valores, y me decía que siempre había que hacer lo correcto, y lo que siempre percibí de él era la mística que irradiaba, algo que generaba respeto.
Difiero de algunos asuntos, aunque rescato y comparto para considerar y reflexionar sobre otros. Difiero sobre la reencarnación, porque pienso que no es necesaria, aunque no sea imposible, porque para qué quiero yo volver a nacer en otro cuerpo y como un bebé si Jah me puede sacar del barro de la misma manera de cómo es ahora mi cuerpo. Si se puede hacer nuestro cuerpo con las mismas características fenotípicas y genéticas utilizando las propiedades de nuestro planeta Tierra o Azul. Por eso Juan el Bautista decía a los rabinos, de que Dios podía sacar de las piedras descendientes para Abraham. En este sentido sería entonces resurrección, aunque resucitar sería también una manera de reencarnar, no reencarnar en el sentido que hoy se comprende sobre el tema que es nacer nuevamente desde el útero de otra mujer y en otro tiempo, sino, en el sentido de recuperar la carne una vez más cuando lo saquen a uno nuevamente del barro tal cual como era antes de morir y de que todo nuestro cuerpo se descompusiera con la muerte hasta volverse polvo. Entonces, en ese sentido se reencarna cuando se resucita, y es una manera figurativa de volver a nacer, no por salir de otra mujer una vez más, sino por regresar a la vida sacado una vez más del barro como adulto o como fuimos al morir, y cuando digo barro lo digo metafóricamente, para no entrar en detalle sobre todos los elementos que comprende nuestra naturaleza humana.
Hay gente que cree que tuvo otras vidas por recuerdos que le llegan a la mente, lo que yo pienso de esto es que, así como heredamos en los genes los rasgos fenotípicos y genéticos, también se heredan en ellos los recuerdos de nuestros ancestros hasta el punto donde nos concibieron, porque según datos en treinta generaciones tenemos más de dos mil millones de ancestros. Si tenemos dieciséis tatarabuelos, y los tatarabuelos de nuestros tatarabuelos serían dos cientos cincuenta y seis. Entonces, pienso que eso es lo que pasa con la idea de la reencarnación, son los recuerdos que heredamos de ellos en los genes que nos hacen creer que hemos tenido otras vidas.
Rescato el tema de nuestro control corporal y también el espiritual con respecto a las pasiones y los placeres, porque es un asunto importante para nuestro ser la realización interna más que la realización externa que siempre estará vacía, porque es pura vanidad. El asunto de la ética y los valores y principios morales son fundamentales para todos los niveles que debe escalar un individuo, porque ahí está la estética del universo, de toda la Creación, y quien se aleje de esto está condenado a su autodestrucción, porque los seres corruptos no merecen la existencia, ni en la materia, ni mucho menos en lo que está más allá del átomo y fuera de él, porque los seres corruptos perturban la existencia y dañan el verdadero propósito de la misma, así que no los necesitamos ni aquí, ni allá. Debemos seguir cultivándonos y seguir trascendiendo, porque ese es el propósito de existir, siempre y cuando para uno tenga sentido si es que nos interesa lo desconocido, y si a alguien no interesa, también tendrá la libertad de cortar su existencia, y para siempre, porque a nadie hay que obligar a vivir.
Atentamente, El Escribidor de La Loma del Diamante.
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