Lectura sobre el libro “El último Don” del colega Mario Puzo… (18/01/2’024)

Lectura sobre el libro “El último Don” del colega Mario Puzo… (18/01/2’024)

Don Domenico Clericuzio era un hombre creyente, y pensaba o afirmaba que Dios había creado un mundo muy peligroso y que la humanidad lo había hecho más peligroso. Diría yo que no fue Dios quien hizo al mundo peligroso, si bien, uno lee la leyenda bíblica y observa que la intención de Dios era hacer del mundo un paraíso, para que todos viviéramos con el sentido de la Justicia, en fraternidad y hermandad, sin ninguna cualidad maligna que dañara la tranquilidad de todos, en Paz, donde se reflejara el verdadero propósito de la vida, de estar aquí, de la existencia. No obstante, llegó Satanás e indujo al hombre al pecado, entonces, desde allí fue el Diablo quien hizo de este mundo un mundo peligroso, porque la humanidad aún no estaba preparada para tanto conocimiento, ya que debía de ser un proceso. Lo que sí es cierto de lo que pensaba El Don, es que luego la humanidad hizo al mundo más peligroso.

Don Domenico Clericuzio era un Italiano, viudo, de Sicilia, que había hecho un imperio mafioso en los mal llamados “Estados Unidos de América.” Tenía varios hijos, Giorgio, Vincent, Petie, Rose Marie y Silvio quien fue asesinado por la familia Santadio, lo cual indujo a la guerra entre las dos familias. Sin embargo, su hija Rose Marie se enamoró con Jimmy Santadio, y esta quedó embarazada de él. Los Santadio eran hombres violentos que usaban poco la razón y por eso terminaron matando a un hijo del Don, y no les caía muy bien El Don porque al Don no le gustaba matar por matar, no le gustaba el ruido, la bulla, ni nada que comprometiera sus negocios con la Justicia, respetaba las leyes, el Estado, a pesar de que era un mafioso, un criminal, era bastante circunspecto o sigiloso.

Y al observar que su hija estaba enamorada y de paso embarazada de Jimmy Santadio que tenía cinco hermanos más, pensó en ser comprensivo y perdonar a los Santadio por la muerte de su hijo, una muerte que los Santadio se negaban a admitir a pesar de que ya estaba demostrado, sin embargo, el sentido del honor del Don no le permitía perdonar la muerte de su hijo, aunque también quería la felicidad para su hija, pero el destino resultaba muy turbio, quién podría realizar una conclusión acertada sobre el futuro, para tomar una mejor decisión en el presente. No obstante, su hija y Jimmy Santadio se querían casar, antes de la muerte de Silvio las familias no estaban de acuerdo con un matrimonio, y los Clericuzio en realidad nunca lo estuvieron. Los Santadio a partir de la muerte de Silvio eran los que más querían ese matrimonio, sobre todo el viejo Santadio, otro Don.

Así que Don Domenico Clericuzio le dijo a su hija que estaba de acuerdo con el matrimonio, su hija se puso feliz. Pero Don Domenico estaba buscando venganza, ninguno de sus otros hijos iría al matrimonio, y tampoco él, así que le pidió a su sobrino Pippi De Lena Clericuzio, hijo de su hermana, para que acompañara a su prima y la entregara a Jimmy Santadio, y así fue. Mientras pasaban los días El Don y su sobrino Pippi planeaban la venganza, junto con sus otros tres hijos. Así que llegó el día y Pippi entregó a su prima, Jimmy Santadio le decía a todo momento de que él no tuvo nada que ver con la muerte de Silvio y tampoco su familia, lo aseguraba, y en verdad Jimmy Santadio no había tenido nada que ver con eso, pero sí sus hermanos. Total, que pasada muchas horas después de la boda, que los invitados se fueron, el plan de los Clericuzio se empezó a desarrollar, llegó una furgoneta  a la mansión de los Santadio, mataron a los guardias con silenciador, y luego los soldados de los Clericuzio entraron a un lugar donde estaban los hermanos Santadio con Pippi, menos Jimmy, y entonces Pippi se apartó y los hermanos Clericuzio los acribillaron, luego les dieron el tiro de gracia por si las moscas. Entonces Pippi se cambió de ropa y subió a la habitación del viejo Santadio, y el viejo entendió todo, su enfermera por casi alcanza a dar gritos, y el viejo Santadio se persignó. Todos iban encapuchados, Pippi también, entonces llegaron a la habitación donde estaba Jimmy Santadio y Rose Marie que acababan de hacer el amor, Jimmy entendió todo, y les dijo que mejor afuera para que no viera Rose Marie, Rose Marie reconoció a Pippi y a sus hermanos a pesar de los disfraces que tenían, entonces Jimmy salió, le quitó la capucha a Pippi, lo miró con tristeza, y luego recibió los impactos de bala. Y así vengó El Don la muerte de su hijo Silvio, exterminando a todos los Santadio, menos al que llevaba Rose Marie en su útero. 

Para Rose Marie fue algo traumático, y su misma sangre pensó también en matarla, sus hermanos, por ejemplo, porque ella podía hablar ante la Justicia, aunque ellos se negarían, ella no tendría pruebas, ellos estaban encapuchados, pero ella los reconoció, sin embargo, Pippi tuvo compasión y la dejó vivir, por dos razones, era su sangre, y quizá El Don nunca se lo perdonaría. Sin embargo, años después, El Don le dijo a Pippi que su único error en la operación fue no haber matado a Rose Marie, pero que el no haberla matado también se lo agradecía, hubiera sido duro para él. Rose Marie tuvo a Dante, y Pippi se casó con Nalene y tuvo a Croccifixio, era el nombre del padre de su madre y del Don, es decir, de Croccifixio Clericuzio, algo que al Don le gustó mucho.

Pippi era el sicario número uno de la familia, era el General, no dejaba rastros, planeaba muy bien los crímenes, no le gustaba torturar a sus enemigos, pero era un criminal nato. Los negocios de la familia eran los juegos, entre otros, pedían comisión a los otros dones que eran diez jefes, que tenían que darle al Don un porcentaje de sus ganancias. Entre esos estaba Alfred Gronevelt, que tenía un hotel en Las Vegas muy famoso, y un Imperio como tal, y soñaba con poner a un presidente de los Estados Unidos, para legalizar el negocio del juego en todos los Estados de los Estados Unidos, y así la familia Clericuzio sería más poderosa, sin embargo, no tenían presidente, pero dentro de su nómina habían políticos, como congresistas y gobernadores, entre otros funcionarios del Estado que le suministraban información. Otro gran jefe era David Redfellow, que dominaba el negocio de la droga, pero Don Domenico estaba preocupado, porque el Estado tenía los ojos bien puestos en descubrir a los jefes de la droga, así que habló con Redfellow para que dejara el negocio, porque tenía pensado mejor enviarlo a Roma para que administrara un Banco de la familia, de hecho, los Clericuzio también tenían plata guardada en Suiza. Total que Don Domenico le dijo a Redfellow que el negocio de la droga era bastante rentable y dejaba más dinero que los otros negocios, pero demasiado peligroso para la estabilidad de la familia, porque a pesar de ser codicioso y avaro, El Don era mesurado y sagaz, no se dejaba nublar la razón, temía a Dios, aunque el Diablo lo hizo rico y poderoso en este mundo, además porque el negocio de la droga era muy violento, y al Don no le gustaba mucho la violencia ni tanto derramamiento de sangre, la ejercía porque a veces era necesaria, pero no quería desgastarse utilizándola a cada momento y hora, por eso le sugirió a Redfellow que le dejara el negocio a los colombianos, porque los colombianos eran violentos y ese negocio era bueno para ellos. Redfellow aceptó la sugerencia, algo que le agradeció veinte años después.

 

Pippi tuvo otra hija, que se llamó Claudia De Lena Clericuzio, pero esta se fue a vivir con su madre cuando Nalene se enteró de que Pippi era un asesino y capaz de matarla a ella, lo que fue causa de su separación, y Croccifixio siendo niño eligió a su padre no por querer estar con él, sino porque si se iba con su madre Pippi la mataría para poder estar con sus hijos, ya que su madre tenía la intención de nunca más volverlo a ver y a Pippi no le importaba verla nunca más después de haberla amado, sino que le negara ver a sus hijos, entonces Croccifixio tomó una buena decisión y desde niño demostró su inteligencia, su desapego a las riquezas, su congruencia, su sentido de la Justicia, tenía la sangre del Don, la sagacidad del Don, su tío abuelo, y esto el Don lo tenía claro, porque era un gran observador y analista, era un psicólogo de la vida, un filósofo de la vida y de la muerte. No obstante, Croccifixio también heredó la inteligencia de su madre Nalene, porque esta era amante del arte y de los buenos libros, del cine, y por eso Claudia su hija se metió de lleno en todo este cuento de la cinematografía, un negocio que le llamaba la atención a los Clericuzio, pero en el cual decidieron mejor no entrar, porque era gente muy lista y astuta dentro del ámbito legal. Por eso El Don no quería correr riesgos y enredarse con este tipo de gente.

Los Clericuzio no hablaban mucho de la guerra de los Santadio, de cierta manera fue atroz, y menos con la nueva generación, sin embargo, Rose Marie estaba entre la cordura y la locura, y se sentaba a solas junto con su hijo Dante, susurrando con él, y ahí Rose Marie le contaba una y otra vez la historia sin que su padre y sus hermanos y Pippi se dieran cuenta o escucharan, no obstante, ellos lo deducían, porque a medida que Dante iba creciendo, se iba apartando de ellos de alguna u otra manera. Sus tíos lo querían, su abuelo más, así como su madre, porque era el hijo del amor de su vida. Pero Rose Marie sin querer queriendo y en realidad sin ninguna maldad fue sembrando el odio y el rencor en Dante, el sabor de la venganza, e hizo de él un ser maquiavélico, entre la violencia del ADN de los Santadio y el raciocinio y el sentido de lo justo del ADN de los Clericuzio, Don Domenico decía que ambas sangres mezcladas eran mucho para él, y por eso no culpaba algunas acciones de Dante, como en el colegio cuando apuñaló a un compañero, y cuando no quiso estudiar más, porque Don Domenico no quería que fuera miembro del negocio, sino que tuviera otras aspiraciones legales, pero Dante no quiso, hasta que se metió en el negocio y terminó siendo el sicario número dos de la familia Clericuzio después de Pippi. Legalmente era Dante Clericuzio, y se iba a llamar Silvio, pero no fue así, su nombre de pila original era Dante Santadio Clericuzio.

Dante era de esa personalidad del niño mimado por la familia, del niño caprichoso, pero también, del niño rencoroso y vengativo, sagaz, pero débil, porque carecía de un verdadero sentido de lo justo, era apresurado, y quería conseguirlo todo matando a la gente. Y cuando iba a matar a alguien le gustaba torturarlo primero, así como cuando un gato juega con el ratón antes de comérselo. O como cuando una serpiente le rompe los huesos a su presa antes de tragársela. Así era Dante, le encantaba la sevicia, y al Don y a Pippi esto no le gustaba de Dante, era una mala señal. Porque la crueldad no es de personas coherentes, es de personas enfermas mentalmente, aunque todos ellos estuvieran locos por ser criminales, sin embargo, la tortura es debilidad, falta de tacto, y por ende, peligro, y peligro porque la descubren con facilidad, y deja ver la personalidad del criminal, que no causa miedo, sino lástima, porque se denota su vulnerable debilidad. Dante era ese ser que cree que todo se le puede perdonar, inclusive hasta si mataba a Pippi De Lena Clericuzio, aquel que mató a toda su familia paterna y a su padre, causa de la locura de su madre, parecería sensato por parte de Dante cometer tremendo crimen.

Claudia De Lena, era una persona con bastante influencia en el mundo cinematográfico, no porque fuera de la mafia, ella estaba alejada de eso, trabajaba en los estudios LoddStone, donde era presidente Eli Marrion y a su lado Bobby Bantz, de cierta manera eran otra mafia, una mafia legalizada, con estrellas de Hollywood, con la propaganda del cine, el poder del séptimo arte. Donde estafaban con las leyes a todo el mundo, jugaban con los contratos, y no querían pagar como era debido a los artistas. Los estudios LoddStone eran una Sodoma y una Gomorra, todos contra todos, los dueños se acostaban con las actrices, y las actrices con los actores, con los directores, con los abogados y abogadas del estudio y fuera del mismo, con los escritores, con los guionistas, con los dobles de los protagonistas, y todos se compartían el romance, y las experiencias con fulana y mengana. Era un mundo de cierta manera vacío, pero que dejaba una gran cantidad de dinero, de ganancias. Y Claudia De Lena era de esas mujeres que se había acostado con Raymundo y todo el mundo, alguna vez se enamoró pero el tipo no la tomó tan en serio, no le creía, y a ella le dio tan duro que aceptó la derrota, y siguió en su mundo sexual abierto de todos contra todos, no le importaba que rumoraran que era el culo que más conocían en los estudios LoddStone. Era una feminista y soñaba con hacer ese tipo de películas, donde no se juzgara a una mujer de haberse acostado con tantos hombres así como los hombres se acostaban con tantas mujeres, quería hacer lo mismo, sin embargo, ese es un estilo de vida de cada quien y hay hombres que no llevan ese estilo de vida como mujeres también, entonces, hay casos apartes.

A Croccifixio le llamaban Cross, tenía mucho dinero, había heredado quinientos millones de dólares, tenía un hotel llamado Xanadu, manejaba los juegos en Las Vegas, era disciplinado con el negocio, pero intentó entrar en el negocio de la cinematografía sin consultar a los Clericuzio. Con el tiempo los Clericuzio lo aceptaron, y resultó bueno, porque murió Eli Marrion, y antes de morir en su lecho pensaba en todo lo malo que había hecho, y también en lo bueno que había sido impulsar el arte. Pero Eli le había negado al escritor Ernest Vail unos derechos de autor de unos personajes, y Ernest había reclamado y dicho que si no se los reconocía se iba a suicidar, Eli antes de morir dijo que se los reconocieran y le pagarán todo lo que debían pagarle, pero al morir, Bobby Bantz asumió la dirección de los estudios LoddStone, y no quiso cumplir las palabras de Eli, total que Ernest Vail se suicidó y así pasaron todos los derechos a sus hijos y a su esposa, su abogada Molly Flanders los reclamó y a Bobby Bantz le tocó pagarles. Croccifixio se había enamorado de Athena Aquitane, que estaba amenazada por su exesposo con el cual había tenido una hija llamada Bethany, que era autista, pero que era un secreto, tanto, que hasta Boz Skannet pensó que su hija estaba muerta, pero tenía acosada a Athena, la maltrataba tanto física y verbalmente, la quería someter y no quería que Athena fuera actriz. Luego Skannet tuvo que ser amenazado con la Justicia para que se mantuviera alejado de ella, porque ella tenía miedo que él la matara, y Claudia De Lena necesitaba hacer una película y necesitaban a Athena como actriz, ella se rehusaba por miedo a Boz, y cuando sintió que habían neutralizado a Boz un poco, entonces volvió al plató. Sin embargo, Boz Skannet no se cansó de joder, hasta que ella conoció a Croccifixio y Croccifixio lo mató haciendo parecer que había sido un suicidio.

La vida tiene sus misterios, por eso en la vida uno debe considerar sus pasos y tener un buen comportamiento como lo manda La Ley Divina. Pippi De Lena se había retirado prácticamente, y se había casado nuevamente, con el objetivo de vivir una vida plena y tranquila, no obstante, Dante le preparó una trampa, con un tal oficial de policía de apellido Losey, uno de los mejores de Los Ángeles, pero burdo, no tan inteligente, por eso se entendía con Dante. Total que Dante mató a Pippi, y Pippi antes de morir lo vio y le dijo: “Maldito Santadio.” Y querían vender la idea de que había sido un atraco, de un negro, así decía Losey quien había matado después al negro, y así creyeron ellos que se acabaría el cuento. Don Domenico Clericuzio aparentó comerse el cuento, y así le dijo a Cross, pero Cross tuvo sus dudas y empezó a indagar, hasta que confirmó que Dante mató a su padre y que después iba a por él, y después de él iría por sus tíos, y quien sabe si por su abuelo. Claudia De Lena fue al entierro de su padre, ella de cierta manera se crió sin padre, pero fue a consolar a su hermano, sin embargo, también quería mostrar a los Clericuzio que Cross no estaba solo, y ellos la querían y la respetaban. Los Clericuzio tenían una capilla en su finca de ocho hectáreas donde tenían su casa y hasta el cementerio de la familia, en donde enterraron a Pippi al lado de la tumba de Silvio Clericuzio para demostrar a Cross que Don Domenico quería a Pippi como a un hijo.

El Don sabía que no había sido un atraco, pero tampoco podía mandar a matar a su nieto, y al observar que Cross no se tragaba el cuento, decidió contarle la historia de la guerra de los Santadio, entonces Cross se dio cuenta de que Dante era un Santadio, de una manera indirecta El Don le dijo a Cross que fluyera la vida y que ganara el más sabio. Indiscutiblemente ese era Cross. Pero, El Don seguía sosteniendo que había sido un atraco. De cierta manera El Don actuaba como Poncio Pilato, siempre se lavaba las manos de una manera inteligente. Total, que Redfellow le hizo una trampa al orgulloso Bobby Bantz, le mandó una chica menor de edad de la cual se enamoró, y luego la chica lo denunció por violación, entonces Bobby se vio envuelto en problemas jurídicos, y ya no podía ser presidente de los estudios LoddStone, luego, Redfellow ofreció comprar los estudios por una suma de diez mil millones de dólares, y los hijos de Eli Marrion que eran los mayores accionistas del estudio decidieron venderlo, era mucho dinero, y con ese escándalo de Bobby era lo mejor, así, la mafia de los Clericuzio se hizo dueña de Hollywood de cierta manera, y pusieron a Claudia De Lena de presidenta de los estudios LoddStone, y se le hacía un sueño realidad, haría las películas que generarían impacto social. Claudia era amiga de Ernest Vail, amigos especiales fueron, y a veces pienso que Ernest Vail es Mario Puzo en la vida real, aunque en el libro Ernest Vail se suicida, diría yo que Mario Puzo quiere despistar. A veces pienso que Claudia De Lena le ayudó a escribir esta historia a Mario Puzo, sobre todo por la sensibilidad feminista del contenido.

Y bueno, Dante también estaba planeando la muerte de Cross con Losey, y Cross estaba planeando la muerte de Dante con Lia Vazzi, un siciliano que trabajaba para él, y que le debía la vida a Pippi De Lena, o no la vida, pero sí un gran favor. No obstante, Cross le llevaba muchos pasos a Dante, porque Dante era bruto, y por eso brutal, no calculaba sus pasos. Cross lo mató, y Lia Vazzi mató a Losey, lo envolvieron en unos plásticos y lo tiraron a las profundidades del mar, La Mar, algo que ellos llaman “La Comunión.” Desaparecen a la víctima. Sin embargo, por mucha desaparición dentro de la faz de la tierra y fuera de ella, El Don ya sabía que Croccifixio había matado a su nieto, le dijo que expusiera las razones, Cross se negó al principio, pero después se dio cuenta que no era fácil engañar la infalible intuición del Don, y para El Don fueron justos sus argumentos, su nieto era un Santadio al final, pero tampoco podía mandarlo a matar porque también era un Clericuzio, no obstante, lo dejó en manos del destino. De cierta manera Cross no quedó sin castigo, y lo exiliaron o más bien, lo expatriaron, le quitaron el cincuenta por ciento de su fortuna, y perdonaron la vida de Lia Vazzi, porque Lia Vazzi no mató a Dante, sino que mató fue a Losey, y Cross también pagó para que Lia no fuera asesinado por los Clericuzio, algo que también generó respeto al Don, por la lealtad de Cross, de la cual carece mucha gente. El Don sabía que las cosas tenían que terminar así, pero tenía que hacer el parampampán para que no se dejara ver su falta de autoridad y su sentido de La Justicia, además porque ya iba a morir y quería que sus hijos y futuras generaciones no estuvieran en la ilegalidad, sino que entraran a la legalidad y fueran parte de la más alta sociedad, como los aristócratas. Don Domenico Clericuzio quería que todo lo malo muriera con él, quería ser: El último Don.

También me vi la película hace años, pero en la película Athena muere, en el libro no, tiene final feliz. En la película Cross regresa a la casa Clericuzio cuando muere El Don, en el libro no. Por eso es que a veces no me gustan las películas, echan mucho embuste. Sin embargo, pienso que este libro como la película, tienen más contenido que el libro “El Padrino” y su película el cual también leí, y también vi. Y recuerden que, cuando uno lee un libro o un artículo o un periódico o una revista o hasta una frase profunda, uno no volverá a ser el mismo, lo digo por experiencia, porque la experiencia no se improvisa.

Por José Antonio Támara-León.

El Escribidor de La Loma del Diamante.

De Las Águilas Doradas que irradian e inspiran Amor, Paz, Justicia y Poder.