Sobre lectura del libro “La Masái Blanca” de Corinne Hofmann… (04/09/2’023)

Sobre lectura del libro “La Masái Blanca” de Corinne Hofmann… (04/09/2’023)

Esta es una novela autobiográfica, y es conmovedora y digna de admiración, no solamente por el final, sino, que por el principio que en realidad para mí es lo más importante. Corinne Hofmann es una mujer suiza de padre alemán y madre francesa. Ella decidió hacer un viaje con su novio de entonces hasta Kenia en 1’986, y lo que pudo ser un viaje romántico resultó ser un viaje de separación, porque Corinne cuando observó al guerrero Samburu de la tribu Masái quedó enamorada en la primera impresión, quizá Lketinga irradiaba alguna energía mística especial que la dejó estupefacta, y no era para tanto, un hombre más alto que los altos, y de buena presencia, adornado con los decoros de los indígenas negros del África, con un color de piel de ébano, y una radiante sonrisa, además, una cortesía sin esperar nada a cambio. Quizá irradió la inocencia que puede existir en estas tribus que tienen siglos y siglos de historia y tradición y, que por ésta natural espontánea virtud: atrapa.

No es de extrañar que su novio sintiera celos, aunque fue él quien primero lo vio y fue quien le señaló al guerrero Masái, de lo contrario ella no se hubiera dado cuenta. Fue en ese momento mágico y extraño de la existencia, de la vida, del destino que marcaría para siempre la vida de Corinne y de la humanidad que lee su historia. Su novio lo entendió, no podía hacer nada contra sus nuevos sentimientos, se podría decir que era un capricho, no obstante, cuando uno lo analiza se da cuenta que Corinne quería algo para siempre, convencida de eso, de lo que su corazón le dictaba, ella hizo todo lo posible por volver a ver a ese Masái que de hecho desde el primer momento les mostró amabilidad, pero que después se perdieron de vista. Era la vida la que estaba dispuesta a volverlos a encontrar, y así fue, y cada vez que lo volvía a ver su anhelo de estar con ese guerrero aumentaba. Estaba ya Corinne enamorada de aquel hombre sin haberla tocado, sin haberle hecho el más mínimo coqueteo, sin ninguna razón palpable que la obligara a estar enamorada, solamente la presencia, solamente el olor de aquel hombre les era suficiente, sin embargo, aquel hombre no estaba enamorado de ella, sobretodo porque observó que tenía novio y parecería absurdo estarlo en apenas unos segundos de haberse visto, no obstante, esas fuerzas existen y son de origen Divino. Quizá Lketinga no lo visualizaba como una realidad o no lo vio de esa manera, intuyo.

Corinne debía decírselo, debía darle a conocer sus sentimientos, y cuando por fin estuvo decidida a hacerlo ella lo buscó y para colmo Lketinga había caído preso por una pelea que tuvo con unas personas que se estuvieron burlando de él y a quienes golpeó severamente, al parecer. Entonces ella con otro amigo lo buscaron por todas las cárceles que pudo, y cuando lo encontraron fue algo tan efímero donde no se le pudo declarar, y Lketinga al contrario lo que hizo fue mandarle saludos a Marco, su exnovio, Lketinga en su inocencia ni cuenta se había dado. Corinne llora después que salen del lugar. Está dispuesta a decírselo cuando llegue el momento, pero por ahora regresa a Suiza. Desde Suiza le escribe cartas declarando sus sentimientos pero ignora si Lketinga se entera. Corinne antes de llegar a Kenia ella trabajaba en un negocio propio, vendía ropa de segunda mano y tenía algunas propiedades, ella decide vender todo esto para irse a vivir a Kenia cuando encuentre al Masái que ni un beso le ha dado, ni siquiera sabe si a él le gusta, porque hasta el momento ella comprende que está enamorada, pero sola, y esto la hace llorar, porque no entiende los sentimientos que tiene, sigue convencida que en Kenia está su felicidad con el Masái, y en realidad no estaba equivocada.

Su familia, sus amigos, la gente de Kenia piensan que ella está cometiendo una locura, una mujer blanca y tan bonita e inteligente por qué querría vivir en condiciones salvajes con un guerrero Masái que ni siquiera le ha dicho que le gusta. Parecería inmaduro, no obstante, pienso que es madura Corinne, porque ella está convencida de sus sentimientos, sabe lo que quiere y que lo quiere para siempre, por eso no titubea, no vacila, simplemente actúa con su ideal del para siempre, aunque no sea para siempre y sin importarle la opinión de los demás, es lo que ella quiere, lo que desea, y hace lo que quiere y desea, no lo que otros quieran y deseen para ella, esa es una mujer con coraje, valiente, atrevida, arriesgada y por eso maravillosa y noble. Esa es la mujer que cualquier hombre como uno anhela. Sin embargo, Lketinga por su cultura no logra entender a una mujer tan bella como Corinne.

Pasan seis meses desde la última vez que vio a Lketinga, y en 1’987 regresa a Kenia y se lo cuenta todo cuando por fin logra encontrarlo, porque encontrarlo después también fue una hazaña, porque desde que Corinne decidió ir a Kenia en Kenia todo tenía y debía de ser una hazaña, algo que debía asumir por su decisión. Esto es lo que hace el verdadero amor, al amor no le importan las condiciones, simplemente el amor aguanta todo, pero cuando se acaba el amor entonces todo se vuelve más difícil, y deja de ser lo que en algún momento brilló. Total que Corinne se va familiarizando con toda la idiosincrasia de Lketinga, ellos intiman por primera vez, pero Lketinga no es el romántico de Hollywood, es un hombre que nació en la selva con su tribu nómada y que cuida de su ganado y que vive con leones y todo lo que se encuentre en esa selva. Entienden las relaciones sexuales como una simple procreación para prolongar la especie, y el acto sexual no tiene besos ni caricias, solamente meterlo y sacarlo y eyacular y listo, y a las mujeres le quitan el clítoris, no le importa el orgasmo de la mujer o si ella se sintió bien, no por maldad, sino porque piensan que eso es lo normal, no lo entienden, y siguen una tradición retrógrada y dañina. Y esto quizá bajonea un poco a Corinne, sin embargo, ella piensa que tomará tiempo, y en verdad sí, Lketinga va aprendiendo a no tener solamente sexo, sino que a hacer el amor, lo que hace que ella logre llegar al orgasmo plenamente, de cierta manera enseñó a Lketinga a hacer el amor, es decir, a acariciar, a besar, a ir despacio y a tomarse un tiempo para excitarse y que ella se viniera satisfecha de su amor, lo que en alguna ocasión a Lketinga asustó cuando ella en un orgasmo hizo mucho ruido como si le estuvieran dando ataques, así fue como lo entendió Lketinga, después ella le explicó que no era por algo malo sino porque su orgasmo fue sabroso, delicioso. Lketinga nunca había visto a una mujer venirse como a Corinne por lo que uno logra entender, y por eso le parecían raro los gritos de Corinne. Con el tiempo él lo entendió.

Corinne pone una tienda de comestibles en toda la selva, de cierta manera ella hizo un gran trabajo social como si fuera una misionera, pero en su caso era por amor a un hombre, aunque llegó a amar el entorno donde vivía su hombre, también compró un todoterreno que se le pasaba dañando, pero que servía al fin y al cabo. Ella es un ejemplo de humanidad, su tienda ponía al alcance alimentos inaccesibles para las tribus de la selva que aunque conseguían dinero no tenían a veces cómo gastarlo en la selva, y aunque otras tribus tenían tiendas no eran como las de Corinne y por eso vendía mucho, era un éxito, por eso las autoridades empezaron a respetar su proeza. Cada vez que leía su libro se me venían todas esas imágenes de la selva, recordando las películas y documentales que he visto sobre África, y hace que uno se enamore de ella, por su valor, y en vez de uno decirle loca, al contrario, le da respeto. Nadie se había atrevido a tanto como ella, o por lo menos yo no conozco, dejar toda una vida de comodidades por ir a vivir con los leones y los elefantes y los búfalos y las serpientes, con poca agua, con calor, y en chozas que no es lo mismo. Por eso ella se enfermaba, no estaba acostumbrada a esas condiciones, no obstante sobrevivía al paludismo que por experiencia propia puedo decir que es terrible, siente uno que se le va a estallar la cabeza, y cuando uno se cura le quedan secuelas y se pone pálido y débil.

Corinne tuvo una hija con Lketinga. Y me gustaría describir todo, sin embargo usted querido lector deberá animarse por esta reseña que hago a leer el libro y a sacar sus propias conclusiones. No obstante, voy terminando de decir que ella tuvo una hermosa hija con él, que hoy puede tener unos 35 años de edad, que es el recuerdo más bello de toda esa aventura de amor que nos enseña la vida. Porque como en este sistema de cosas todo tiene su final, y uno lucha contra ese deprimente final, siempre queda un bonito recuerdo. Lketinga se tiró todo con los celos, empezó a sentirse extremamente desconfiado, no se sabe qué le ocurría, si alguien le metería casquillo o cizaña, y si ese alguien existe logró dañar la relación. Pero Corinne intentaba salvarla, hizo todo lo posible por sacarle esas ideas extrañas de su cabeza, y en otro de sus intentos puso una discoteca prácticamente en la selva, ustedes pensarán que en la selva hay solamente animales, pero no, hay tribus y mucha gente que va a las ciudades y consigue dinero, esos eran los clientes de ella, sin embargo, los celos de Lketinga volvieron a estropear la relación, tenía muchos fantasmas en su cabeza, imaginaciones al parecer inculcadas, porque la envidia también existe y hay personas que dañan relaciones. Ellos estaban casados, desde antes de nacer Napirai, como se llama el fruto de su amor, eran una bonita pareja de esposos. Pero los celos de Lketinga se agudizaron más y estaban enloqueciendo a Corinne.

Corinne quitó la discoteca y vendió todo, había comprado otro carro porque el todoterreno se dañaba mucho, y decidieron ir a Mombasa a vivir, ahí pusieron una tienda de ropa y otras cosas, ahí llegaba el turismo y les iba bien, pero los celos de Lketinga siguieron y ya Corinne no aguantó más y buscó la manera de huir para siempre de su vida. ¿Cómo celar a una mujer que ha decidido dejar su vida en Suiza por uno? Que se va a vivir a la selva y en condiciones inhóspitas, parece que a él esto no le era suficiente, el pobre hombre se enloqueció o lo enloquecieron con estas ideas, pero cómo podría uno juzgarlo si lo que hay es que comprenderlo, es de una cultura que tiene una tradición obsoleta y de siglos, una vida primitiva en tiempos modernos, qué capacidad de reflexión podría tener él, si lo que ha observado es una vida patriarcal y machista, no le enseñaron a observar el mundo de otra manera, no puede asimilarlo, no tiene culpa, lo que más conoce es la traición, es lo que más ve, aunque él no sea malo y sea una persona correcta, aunque su corazón sea puro no puede reponerse a la idea de ser traicionado, por eso le atormenta, porque él no sería capaz, aunque Corinne no le haya dado motivos para celos, al contrario, motivos tenía él para amarla por todo lo que hizo ella por él, pero él estaba enceguecido.

Al final Corinne decide irse para siempre de Kenia con Napirai, ella le dice que serán vacaciones, él no cree, y si él no le autoriza con su firma a ella se le hará difícil salir, porque están casados y tienen una hija. Ella ya ha ido a Suiza más de cinco veces y ha regresado durante cuatro años. Luego él firma para autorizar su salida, pero le dice que él no sabe si ella volverá, de cierta manera lo intuye, pero no la retiene. El 6 de octubre de 1’990 Corinne llega a Suiza con Napirai, le escribe una carta a Lketinga diciéndole que la perdone, pero que no regresará más, que ya no son felices, que busque otra mujer y que tenga más hijos, que le deja todas las propiedades que tenían y que será un hombre rico en su pueblo y que de todas maneras ella desde Suiza le ayudará en lo que pueda. Y así termina esta historia de amor y de desamor. La Masái Blanca.

Y recuerden que cuando uno lee un libro o un periódico o una revista o un artículo o hasta una frase profunda, uno no volverá a ser el mismo, lo digo por experiencia, porque la experiencia no se improvisa.

Por Antonio Támara León.

El Escribidor de La Loma del Diamante.