La décima para Elena… (07/07/2’023)

La décima para Elena… (07/07/2’023)

I

El amor tiene su ciencia,

¿Por qué lo harán tan difícil?

Y a veces uno entra en crisis,

¡Dios mío dame inteligencia!

¡Ay mi Jah dame paciencia!

¡Si es que no hay nada perfecto!

¿Por qué mirar los defectos?

¡Qué importan las diferencias!

Es ahí donde está la esencia,

De virtudes al respecto.

II

Cuando camino las calles,

Las que tú y yo caminamos,

Agarrados de las manos,

Analizo los detalles,

¡Y mi corazón grita ayes!

Por lugares recorridos,

Que recuerdo compungido,

Porque inmensa es la nostalgia,

Y que a veces me da rabia,

De ser amor tan sufrido.

III

Escucharte bien atento,

Para poder entenderte,

Hasta llegar comprenderte,

Todo lo que estás diciendo,

Y de verdad no te miento,

Porque en todo tienes razón,

Lo pongo en consideración,

Pa’ mejor edificarlo,

Para poder replantearlo,

Y más allá del corazón.

IV

Estos días que ya no estamos,

Porque ya estamos muy lejos,

Pendejos dicen los viejos,

Porque estamos distanciados,

Quizá muera lo que amamos,

Quizá no tenga sentido,

Aunque estoy muy decidido,

De estar contigo y trascender,

Del amor no dejar de creer,

Por lo que juntos vivimos.

V

En mi pecho el fuego crece,

Como una estrella que nace,

No como estrellas fugaces,

Porque estás cerca en mi mente,

Mi corazón no te miente,

Tampoco está obsesionado,

No obstante sí enamorado,

Y pienso que eso no está mal,

Porque yo soy un simple mortal,

Que ha perdido y que ha ganado.

VI

Ya puse aquella sábana,

Esa que me regalaste,

Y que me hizo recordarte,

Sentirte sobre mi cama,

Cuando tú me pechichabas,

Que se ajusta bien al colchón,

En donde hicimos el amor,

Donde vimos películas,

Y era alguna: ridícula,

Según nuestra interpretación.

VII

Del regalo que trajiste,

Aquella computadora,

Sí, mi querida lectora,

Problema me resolviste,

Grande favor que me hiciste,

Y no tengo qué ofrecerte,

Sólo el corazón y mente,

Porque no tengo dinero,

Sin embargo soy sincero:

Y sin dinero me quieres.

VIII

Y no es porque no trabaje,

Porque bastante trabajo,

Porque no soy ningún vago,

Si pagaran mi bagaje,

Pero no hay gente que pague,

Ni que valore lo que hago,

¡Y cómo me han traicionado!

Sería multimillonario,

Y viviendo aún en mi barrio,

El precio de ser honrado.

IX

Hasta la gente de izquierda,

Que sólo busca posición,

Traicionan al Escribidor,

Luchar aquí es una mierda,

Y creen que uno es competencia,

Porque yo persigo un ideal,

Que vale oro y es real y muy leal,

No es para buscar grandeza,

Sin embargo uno la encuentra,

Sin que haya sido intencional.

X

Contigo hace noches soñé,

Cuando cambié la sábana,

Y que te sentí en mi cama,

Pero que ya yo te conté,

Pero te lo cuento otra vez,

Que volví a sentir tu energía,

Que tan igual como la mía,

En nuestro ojo lágrima había,

De pura pasión y alegría,

Pero hoy te siento un poco fría.

Por José Antonio Támara León.

El Escribidor de La Loma del Diamante.