Parteras…

 Parteras…

 

17 de Septiembre de 1983, en el quinceañero de mi madre. De izquierda a derecha, mi abuela Carmelina López Ruiz; mi madre Indira León López, la cumplimentada; mi abuelo Sebastián León Fernández, Teniente de la Policía en Cartagena en su juventud y, mi tía Sabina López Ruiz, que tiene unas anécdotas bastante curiosas e interesantes, me cuenta mi madre, que ella atendía partos cuando a las mujeres no les daba tiempo para llegar al hospital, por ejemplo, cuando su sobrina Vilma Morón López le dieron los dolores porque estaba a punto de parir, entonces, ni a la casa le dio tiempo de llegar, así que parió en plena calle de La Loma del Diamante a su hija Judith, cuando las calles no estaban pavimentadas y se observaba el barro amarillo como el oro, es decir, que aquí sí se puede decir que Judith nació en la Loma del Diamante, porque yo también nací pero en el Club de Leones y después me trajeron a La Loma del Diamante, en cambio de ella se puede decir que es nacida aquí y actualmente vive aquí con su núcleo familiar. Así que mi tía Sabina atendió a Vilma en la calle, como decimos coloquialmente, ella tenía buena mano. También atendió el parto de la Señora Eva, la madre de Gabriel Romerín cuando éste nació, y que nació de siete meses, y la gente pensaba que ese muchacho se iba a morir, no obstante, la buena mano de mi tía Sabina le salvó la vida y hoy tiene Gabrielito, como le decimos en La Loma del Diamante, más de 50 años de edad, sietemesino. Me imagino que en aquellos tiempos que estaba el Hospital Santa Clara, cuando no daba tiempo de llegar, las mujeres parían en sus casas y había parteras en los barrios, hoy día con la modernización, las mujeres tienen sus controles, en cambio antes era con la mera intuición de la sabiduría y de la experiencia que no se improvisa. Y lo alimentaban a uno con verduras, papa, yuca, ñame, bocachico y mazamorra de plátano maduro. Ah, y sopa, con fríjoles y lentejas.

 

Atentamente: El Escribidor de La Loma del Diamante.