Este es un mundo mediocre…
Este es un mundo mediocre…
Antes, quiero aclarar para los
iletrados que leen pero que no saben leer, para que no haya mal entendidos y no
tergiversen la idea que quiero expresar, que cuando me refiero a ‘este mundo’,
no hago referencia a la naturaleza de la tierra, no me refiero a la hermosa
mar, y todo lo que contiene, ni tampoco me refiero al cielo, ni a los animales,
ni al paisaje, no. Cuando escribo o hablo sobre ‘este mundo’, me refiero a la
organización que ha tenido este sistema de cosas, basado sobre la mentira y
edificado así durante toda la historia humana o de la sociedad.
Después de aclarado lo
anterior, quiero decir que este es un mundo mediocre, con mucha gente buena,
pero dirigido por el ser humano más mediocre, avaro, codicioso, egoísta, mala
gente. Este mundo no es el paraíso, este mundo es pura fachada, es un mundo
lleno de complejos, es un mundo que ha cifrado su confianza en el dinero, una
ilusión, un falso poder que dan los bienes materiales, porque de la muerte no
nos libra. Este es un mundo lleno de vanidad y de un esforzarse tras el viento,
como diría un sabio, porque después viene la muerte y todo se esfuma, y eso
cuando se ha andado por la senda de la justicia y se ha adquirido la riqueza de
manera justa; sin embargo, hay otros que la adquieren con derramamiento de
sangre, de manera brutal y despiadada, lo que entorpece la senda de la justicia
en el mundo, lo que hace del mundo un lugar invivible, porque ellos son un
peligro hasta para ellos mismos, y viven en su burbuja haciendo el papel de
dioses, pero nada son, porque la muerte les va a llegar, y todo su esfuerzo
será vanidad y un esforzarse detrás del viento, aunque queden herederos, todos
moriremos, y las malas actuaciones caen sobre las futuras generaciones, hay
gente que en esto no cree, pero esto es cierto.
Este mundo está lleno de imbéciles
con mucho dinero mal habido, así como hay mucha gente sabia con dinero, sin
embargo, el dinero ciega a algunos hombres o a la mayoría, porque adquieren, y
quieren más, y al buscar más, lo hacen a como dé lugar, y matan, y explotan al
verdadero trabajador, y se quieren hacer dueños de lo que es un Derecho Natural
de todos los seres humanos y de los animales. Y tristemente, son ellos quienes
dirigen al mundo, los más mediocres, los más atarvanes, sin ningún grado de
finura, con delirios de grandeza, faltos de humildad, llenos de ambición sin
ninguna medida, pobres en el pensar, y vacíos en el espíritu, por eso nunca se
llenan, por eso quieren más dinero, y lo peor, mal habido, y ellos se creen inteligentes
por eso, se creen sabios, se creen sagaces, se creen exitosos, pero nada son, son
unos mediocres.
No quieren reflexionar, no
usan el cerebro para el bien, no embellecen su entorno, al contrario, su falta
de cordura hace que el entorno sea un basurero, que no haya árboles, que
existan otros seres humanos en la indigencia, que no exista empleo digno, para
ellos poder ser los supuestos “reyes” o “patrones”, y como diría un sabio,
pobre de mi patrón porque piensa que soy yo el pobre, porque lo único que
tienen es dinero, y sin dinero nada son, están vacíos, y además son violentos,
porque no son inteligentes, pero se creen más vivos que uno, porque ellos se
organizan para la maldad, y creen que uno es tonto porque no quiere actuar con
violencia, y lo toman a uno por cobarde, cuando en realidad los cobardes son
ellos, que caen en manadas hacia un solo hombre, que solamente tiene la riqueza
del espíritu, y lo sabotean con su riqueza material, porque el pensar de ellos
es escaso, y la falsa riqueza del mundo, de este mundo, les hace creer que
están realizados, pero no, son pobres en espíritu, pero no lo entienden, porque
han cifrado su confianza en lo que la polilla se come, en lo que se pudre o
deteriora con el tiempo, en lo que se esfuma, porque no saben que la riqueza
del espíritu nunca perece, y no lo saben porque son amantes del dinero y de las
cosas materiales más que de Dios. Sin embargo, quieren ostentar sapiencia, pero
no la tienen, porque uno ha leído, y es observador, y en todo resultan ser mera
apariencia.
Ellos deben interiorizar en su
ser, deben revolucionarse a sí mismos, porque la revolución es interna, no es
con las armas, no es con la tecnología, la revolución es un diálogo con nuestro
propio ser, es indagar en él, es conocerlo para tratar de entenderlo, para
luego tratar de entender al otro, para que así ninguno atente contra su
semejante, porque cuando uno se conoce a uno mismo, entonces uno entiende mejor
a su semejante, y empieza a querer a su prójimo como a uno mismo, y es uno
luego considerado con el resto de la humanidad, con el entorno, con la
naturaleza, porque cuando uno se quiere a uno mismo no es avaro, ni codicioso,
ni violento, no, al contrario, uno ha trascendido y entiende que cualquier daño
a la naturaleza es un daño para uno mismo, cualquier daño hacia nuestro
semejante, es un daño hacia uno mismo, porque uno no está solo en este mundo, y
cualquier daño al otro, es dañar a nuestra sociedad, y si la sociedad sufre un
daño, nosotros como individuos también, porque cada uno de nosotros somos parte
de la sociedad. Trabajar colectivamente no es un capricho, pensar en colectivo
no es querer joder la vida, no, es una necesidad que la misma naturaleza nos
enseña, sin embargo, aquí no pensamos en colectivo y somos egoístas, he ahí
todo el caos de la humanidad, un individualismo que no es ni siquiera un
individualismo sano, porque el verdadero individualismo es pensar en colectivo,
porque si el resto de la humanidad tiene las mismas oportunidades, yo como individuo
también tendré mejor calidad de vida y riqueza tanto material como espiritual,
eso es lo que nos llenará. No obstante, este es un mundo mediocre, dirigido por
imbéciles que se creen sabios, inteligentes, sagaces, que se creen astutos
porque empobrecen a los otros, y los asuntos de la riqueza espiritual no lo
entienden.
Sin embargo, este mundo
mediocre cambiará, y vendrá otro mundo mejor, que no será una utopía, que será
una realidad, que será un paraíso.
Por José Antonio Támara León.
El Escribidor.
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