El Congreso de la República de Colombia no nos representa…
El Congreso de la República de Colombia no nos representa…
El Congreso de la República
representa a una élite que se ha enriquecido ilícitamente, es decir, robándose
el erario del Estado con ayuda de los gobiernos y en especial con el actual, ya
que trabajan mancomunadamente.
La decisión que tomó el
Congreso en su mayoría, de negar la moción de censura contra el Ministro de
Defensa Diego Molano: es ilegítima, porque el Congreso no representa a los colombianos.
Ahora, el pueblo está en Paro, por ende, todo el poder del Estado radica en el
pueblo, porque el pueblo es el verdadero Estado. Lo que hoy sucede en Colombia
es la mayor parte de la población poniendo orden a todas las instituciones que
dicen representar al Estado (porque cuando la Fiscalía, Contraloría,
Procuraduría, la Fuerza Pública y Militar, el Congreso de la República y el
Gobierno son inoperantes y corruptos, el Pueblo debe entrar a poner orden,
porque el Pueblo es el verdadero Estado que debe controlar las anteriores
instituciones).
El Congreso de la República de
Colombia en su mayoría es corrupto, por eso es irónico pretender que el
Congreso le haga moción de censura al Ministro de Defensa para retirarlo del
cargo, ya que el Ministro hace parte del gobierno mafioso que hoy tenemos, por
ende, el Congreso ha perdido legitimidad porque carece de ética, no tiene
seriedad e incumple su rol, y no se basa en ningún principio filosófico, sino
que operan con la mentira, ya que está integrado por vándalos de cuello blanco
que se hacen llamar “gente de bien.” El Congreso se ha burlado del pueblo y lo
seguirá haciendo, así que la decisión no es de ellos y el pueblo lo debe
entender, porque no debemos conformarnos con las decisiones autoritarias que
una partida de corruptos toman contra millones y millones de colombianos y que
no pase nada. Hoy la verdadera Institución es el pueblo que está en las calles,
que está en Paro, porque como dice el dicho: “La voz del Pueblo, es la voz de
Dios.”
La Policía debe ser una
Institución que inspire respeto, no un respeto adquirido por la represión, más
bien un respeto obtenido por su forma proba y justa de actuar, verdaderamente
aptos para ejercer su rol. Es inconcebible que la Policía tenga gente que opere
vandálicamente.
Por José Antonio Támara León.
El Escribidor.
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