Para mi colega y nuevo amigo Gustavo Álvarez Gardeazábal...
Cuando leí hace muchos años la obra más trascendental del Maestro, empecé a buscar por internet, y me di cuenta que todavía seguía vivo. Luego vi la película basada en ese mismo libro, y me la vi dos veces. Entonces me dije a mí mismo que tenía que conocer al Maestro antes de que muera. Bueno, ya lo conocí, pero todavía no morirá, al contrario, vida es lo que aún tiene, apenas 75 años de edad. Pero lo misterioso es que yo no esperaba conocerlo hoy (28/07/2019) en la II Feria Latinoamericana del Libro en Cartagena de Indias, un día histórico para mí y, seguramente para el Maestro. Yo fui a la Feria porque una poeta amiga que conocí a través del poeta Pedro Blas Julio Romero presentaría su libro hoy, de ahí supe que otros escritores y poetas presentarían su libro también. Luego escucho que el coordinador del evento dijo que llegaría Gustavo Álvarez Gardeazábal, yo pensaba que se trataba de pura mamadera de gallo. Cuando de repente va entrando el hombre del Cóndor, y me dije dentro de mí que esto estaría bien bueno, y que definitivamente la mente tiene poder, porque recordé mis mismas palabras cuando a mí mismo me las dije. La verdad que yo vi los carteles de la Feria por todo el sector amurallado, pero nunca pensé ir, hasta que sin querer queriendo me encontré sin planearlo con el Escritor y Poeta Garcilaso De La Vega en la plaza de La Paz el día de la marcha, y como fluye la poesía, fluyó ir el 26 de Julio a la Feria y ahí recité coladamente dos de mis poemas en la Casa Colombo Francesa.
Pero hoy, me sentí más convencido del poder de la palabra, y con la palabra puede uno construir el universo, y reconstruirlo, porque recordemos lo que dijeron los ancestros, que en el principio la palabra ya era, y fue esa misma palabra la obrera maestra y constructora de nuestro: uni-verso. Y precisamente hoy Gustavo Tatis Guerra hablaba de la metáfora, y recordemos lo que decía Raúl Gómez Jattin: "El mundo es una metáfora." Así es, cada palabra es una figura, un símbolo, una metáfora, es la construcción del lenguaje, de la existencia, es la manifestación del espíritu que viene de más allá, y que los escritores y poetas extraemos, para construir esta realidad, y lograr así el establecimiento del verdadero propósito de la vida en nuestro mundo. ¡Ojalá la Feria me invite el próximo año para publicar alguno de mis libros!
Total que el Maestro fue entrevistado, todos lo escuchábamos con gusto y mucha atención. Hasta que al Maestro se le cansó la garganta y dijo que el público dijera algo, entonces yo alcé la mano, pedí la palabra, y pasé hablar, sinceramente el único libro del Maestro que he leído se llama: "Cóndores no entierran todos los días." Ese libro a mí me dejó tocado, porque actualmente todavía en Colombia se vive la misma mierda. Entonces en mi libro 'ALBASTARDO', yo cito literariamente el libro de uno de mis Maestros que es Gustavo Álvarez Gardeazábal, porque en mi novela, los que la leyeron lo saben, que Albastardo se sintió ofendido cuando el partido de los godos le negó el aval para aspirar a la presidencia de la Tierra de Colón, entonces quiso hacerle la guerra, y los tíos de Bastardito, como le decían cariñosamente Albastardo el clan Ominoso, le dijeron que se quedara quieto, porque había un dicho por toda la Tierra de Colón que decía: "Los Cóndores no entierran todos los días."
Así que no desperdicié el momento, me tomé una fotografía para la historia literaria de Colombia y del mundo y del infinito con este gran Maestro, comprometido con la realidad que vive nuestro país y el mundo como tal, y por eso es que su arte es un gran éxito, por los siglos de los siglos, o hasta que esta jodaria se arregle. De hecho el Maestro tiene una propuesta interesante en las redes sociales que se llama: El Jodario, búsquenlo, recomendado para todas las generaciones. También me recomendó un libro que se llama 'Manatí', escrito por Nelly Domínguez Vásquez, y si ustedes tienen un ejemplar queridos lectores, yo se lo compro, o hacemos un trueque, también me dijo que quiere leer a Bastardito, ojalá no se vaya a emputar Bastardito por eso... Y lo que más me encantó, es que es un tipo espontáneo, bromista, descomplicado y con mucha sabiduría y conocimiento, gran lector, cual fuera también amigo y contemporáneo de Andrés Caicedo, el que escribió: "¡Qué viva la música!" Y tanto el Maestro Gustavo Álvarez Gardeazábal como yo, ya estamos aburridos de: Macondo.
De Antonio Támara León.
Escribidor y Poeta.
Pero hoy, me sentí más convencido del poder de la palabra, y con la palabra puede uno construir el universo, y reconstruirlo, porque recordemos lo que dijeron los ancestros, que en el principio la palabra ya era, y fue esa misma palabra la obrera maestra y constructora de nuestro: uni-verso. Y precisamente hoy Gustavo Tatis Guerra hablaba de la metáfora, y recordemos lo que decía Raúl Gómez Jattin: "El mundo es una metáfora." Así es, cada palabra es una figura, un símbolo, una metáfora, es la construcción del lenguaje, de la existencia, es la manifestación del espíritu que viene de más allá, y que los escritores y poetas extraemos, para construir esta realidad, y lograr así el establecimiento del verdadero propósito de la vida en nuestro mundo. ¡Ojalá la Feria me invite el próximo año para publicar alguno de mis libros!
Total que el Maestro fue entrevistado, todos lo escuchábamos con gusto y mucha atención. Hasta que al Maestro se le cansó la garganta y dijo que el público dijera algo, entonces yo alcé la mano, pedí la palabra, y pasé hablar, sinceramente el único libro del Maestro que he leído se llama: "Cóndores no entierran todos los días." Ese libro a mí me dejó tocado, porque actualmente todavía en Colombia se vive la misma mierda. Entonces en mi libro 'ALBASTARDO', yo cito literariamente el libro de uno de mis Maestros que es Gustavo Álvarez Gardeazábal, porque en mi novela, los que la leyeron lo saben, que Albastardo se sintió ofendido cuando el partido de los godos le negó el aval para aspirar a la presidencia de la Tierra de Colón, entonces quiso hacerle la guerra, y los tíos de Bastardito, como le decían cariñosamente Albastardo el clan Ominoso, le dijeron que se quedara quieto, porque había un dicho por toda la Tierra de Colón que decía: "Los Cóndores no entierran todos los días."
Así que no desperdicié el momento, me tomé una fotografía para la historia literaria de Colombia y del mundo y del infinito con este gran Maestro, comprometido con la realidad que vive nuestro país y el mundo como tal, y por eso es que su arte es un gran éxito, por los siglos de los siglos, o hasta que esta jodaria se arregle. De hecho el Maestro tiene una propuesta interesante en las redes sociales que se llama: El Jodario, búsquenlo, recomendado para todas las generaciones. También me recomendó un libro que se llama 'Manatí', escrito por Nelly Domínguez Vásquez, y si ustedes tienen un ejemplar queridos lectores, yo se lo compro, o hacemos un trueque, también me dijo que quiere leer a Bastardito, ojalá no se vaya a emputar Bastardito por eso... Y lo que más me encantó, es que es un tipo espontáneo, bromista, descomplicado y con mucha sabiduría y conocimiento, gran lector, cual fuera también amigo y contemporáneo de Andrés Caicedo, el que escribió: "¡Qué viva la música!" Y tanto el Maestro Gustavo Álvarez Gardeazábal como yo, ya estamos aburridos de: Macondo.
De Antonio Támara León.
Escribidor y Poeta.
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