La interpretación de los sueños de Sigmund Freud
Cuando Jacob escuchó el sueño de José, donde todos sus hermanos se postraban ante José incluyendo al mismo Jacob, y que luego Jacob lo censuró, porque analizaba Jacob que había soñado así porque era el deseo de su hijo José. ¿Será que Jacob ya conocía el psicoanálisis hace 4 mil años atrás? ¿O será que en verdad los sueños nos indican el futuro? ¿O será que los sueños se hacen realidad debido a que nosotros les damos tantas vueltas en la cabeza que lo volvemos un hecho? ¿Será que nos empeñamos tanto en un sueño pavoroso y lo alimentamos hasta hacerlo una realidad? ¿O será que los sueños nos motivan para lograr nuestros deseos y metas en la vida y por eso también los hacemos realidad? ¿Qué son en verdad los sueños? Bueno, para los que no creen en Dios es una respuesta difícil de responder, y en mi caso como creyente, pues, ya tengo mis respuestas.
Cómo explicamos el sueño de Faraón, cuando Faraón sueña con las 7 vacas gordas, y con las 7 vacas flacas, y con las 7 espigas buenas, y con las 7 espigas chamuscadas y malas. Bueno, vamos a interpretarlo primero como un teólogo, y luego como lo haría Freud:
Puedo decir que explicarlo como un teólogo, diría lo que ya la Biblia dice en el libro de Génesis. Ahí donde José tiene el don de predecir el futuro interpretando los sueños, don que le es dado por Jehová, el Magnánimo, y que Éste le revela lo que va a suceder de una manera bastante figurativa que José en su don de interpretación encaja a nuestra realidad del diario vivir.
Ahora, interpretemos el sueño como lo haría Sigmund Freud:
José es un israelí con una mente brillante que conoce el psicoanálisis, pero no le da ese nombre, pero sí lo aplica, y eso lo tomamos también como un don. José conoce que los sueños son manifestaciones de nuestros miedos y deseos, de lo que vivimos en el diario vivir, y de lo que nuestro cuerpo percibe en nuestro entorno cuando nos dormimos. José sabe escuchar, y escucha al copero, y se da cuenta que el copero es inocente, porque el copero desea regresar a su puesto de copero, porque tiene la esperanza de que se haga justicia, por eso poco espera morir, y por eso no sueña nada desastroso para su vida, José entiende esto, y le da aliento. Pero cuando el panadero hace lo mismo, y le cuenta a José su sueño, José se da cuenta que el panadero tiene mucho miedo de que descubran que sí es culpable, porque su sueño es atroz, y está lleno de miedos, miedos con justa razón por ser culpable, por eso José no le miente, le dice que morirá, para que se vaya concientizando de que no tiene ninguna esperanza, por ser culpable. Así que todo se hizo como José con su inteligencia lo interpretó. Ahora, cuál es el miedo del Faraón, pues, que Egipto se quedara sin comida y el imperio cayera, quizá Faraón y sus sabios ya sabían que siete serían los años de gran escasez para el pueblo de Egipto, pero no sabían cómo solucionar esos siete años de escasez, y esto era algo que atormentaba al Faraón, hasta el punto que lo soñó varias veces, y buscó a sabios para que lo interpretaran, y ninguno lo hizo, hasta que el jefe de los coperos se acordó de José, porque José le dijo que no lo olvidara y así fue, el copero se lo recomendó a Faraón, y lo hizo pasar, y le refirió el sueño, seguramente José ya había escuchado hablar de los problemas que tendría el pueblo de Egipto en su seguridad alimentaria. Así que José interpretó el sueño y le dijo que eran 7 años de abundancia, y siete años de escasez, Faraón de inmediato se sorprende y pregunta que cómo solucionaba los siete años de escasez, José le dice que es muy sencillo, sólo tiene que aumentar la producción en los siete años de abundancia, por eso Faraón pregunta que cómo, y José le da la respuesta como todo un economista de la Universidad de Cartagena, y el Faraón le creyó y lo dejó con ese chicharrón bien grande, así, José tuvo éxito, para él resultó muy fácil administrar el Estado de Egipto.
Pero independientemente de que la interpretación psicoanalítica tenga más coherencia que la teológica, pues, cabe resaltar que, José era israelí y ellos creían en el Magnánimo Jehová, por ende, la sabiduría y perspicacia de José se fundamentaba en las creencias que el pueblo tenía de su Dios Jehová. Por ende yo como creyente digo, que la sabiduría viene de arriba, la sensatez viene de arriba, la humildad viene de arriba, el corazón noble viene de arriba.
De Antonio Támara León.
Escribidor y Poeta.
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