Encerrado en Macondo

Colombia vive encerrada en el pasado, quiere continuar encerrada en ese laberinto sin salida, en ese pueblo atrasado, no porque no tenga ni luz ni agua, no por falta de acueducto o por infraestructura eléctrica, sino porque no lee ni indaga y traga entero. Donde se masacra gente por muertes ya anunciadas, o por una guerra anunciada, ahí donde coroneles y generales se mencionan tanto cuando combaten con grupos subversivos revolucionarios que quieren el poder para derrocar a los oligarcas, para enseñarles a dirigir un país. Pero en el macondo de hoy nace una nueva élite, una nueva oligarquía emergente, es decir: Gamines con poder. Hace algunos meses dije que el Gabo fue un pésimo escritor, porque escribió la misma mierda en distintos libros con distintos títulos que dicen la misma mierda, aclarando que un día me gustó y después quedé empalagado con tanta mierda escrita, y alguna vez dijo que él no quería salir de ahí, que él ahí se sentía muy cómodo. Y eso es lo que pasa, existe gente que le tiene miedo al cambio, y prefieren seguir encerrados en ese puta macondo lleno de conflictos, porque a la gente le encanta la guerra que se vive ahí, porque si no hay guerra no hay show, no hay suspenso, y esto pierde su gracia. Por eso pensar en un macondo futurista es un error y sería una contradicción, ya que macondo es un encierro total, porque todo lo que escribió el Gabo es un encierro total, un límite mental que la gente tiene, que no observan más allá de sus narices, sino que prefieren vivir con el Gabo: en la zona de confort macondiana.

Seguimos en este chiste peligroso, paramilitares y guerrillas, no se descarta que ahora las Fuerzas Militares de Colombia vuelvan a unirse con las Autodefensas Unidas de Colombia para dizque acabar con el problema del país: las guerrillas. Puros negocios del que muchos delincuentes viven, genocidios como el de las bananeras, y como el de la Unión Patriótica. Así como el horror vivido por las fosas comunes y sus falsos positivos. Podemos seguir escribiendo ese macondo condenado a vivir eternamente así, preocupado porque Colombia no puede ganar un mundial, cuidando la cultura de la guerra, del conflicto, de lo retrógrado, podemos continuar esta historia, y también nos podemos volver a obtener un premio Nobel de Literatura describiendo la desgracia de un pueblo. Sin embargo, que otros escribidores escriban su realismo mágico, dizque mágico, mágico ni qué cárajos, escribiré algo distinto, una mentira, una ficción, donde macondo haya dejado todas sus páginas quemadas, donde ya no se lean tantas barrabasadas, ni barbaridades, donde nadie sepa qué es macondo, eso con qué se come. Describiré un mundo donde sólo existe la paz, y la paz no tiene contrarios, porque el término guerra no existe en el diccionario, un mundo totalmente distinto a ese macondo de mierda. Donde Petro es el Presidente, donde se le da vía a la trascendencia, más no al atraso ni al anquilosamiento en todos los sentidos, mejor dicho: El Paraíso que estuvo perdido, y que ahora se ha recuperado.

De Antonio Támara León.

Escribidor y Poeta.