Lectura sobre libro titulado: Vida de Cristo de Fray Justo Pérez de Urbel… (31/12/2’025)

Lectura sobre libro titulado: Vida de Cristo de Fray Justo Pérez de Urbel… (31/12/2’025)


El autor sin lugar a dudas por su formación es un buen ensayista. Se basa principalmente en los evangelios, como también en datos históricos independientes al cristianismo que hablan sobre Herodes Agripa y Antipas, y Pilato, entre otros personajes del momento que confirman la existencia de Jesús Cristo al que el historiador Flavio Josefo también ha hecho alusión, no solamente de Cristo, sino que también de Santiago y de Juan. Aunque el autor a veces vuelve a repetir algunas escenas en otro capítulo es buen redactor. Aunque también difiero cuando dice que Jesús rezaba, cuando en realidad el rezo es un asunto de repetición, no puede tener sentido el rezo para Jesús, quizá los curas rezan, y repiten el padre nuestro y el ave María, pero eso no es orar, y si Jesús hablaba con el Padre quiere decir que no rezaba, sino que oraba. El rezo es para los magos, los brujos y hechiceros, para los que hacen conjuros, para los que repiten una oración, más no oran. La gente por ejemplo cree que repetir el padre nuestro es comunicarse con Dios (YHWH), más bien el padre nuestro es un modelo de cómo se debe orar, no es para repetir lo mismo siempre, sino que para alabar, elogiar, dar gracias y pedir de acuerdo a como haya sido nuestro día, porque no todos nuestros días son iguales, siempre hay algo nuevo que decirle al Padre, entonces en ese sentido se ora, no se repite como un disco rayado lo mismo todos los días y noches, porque se convierte en algo automático que ningún sentido tiene y ningún resultado podrá dar. Quizá esa haya sido la única diferencia que he tenido con el autor. Aunque no se habla mucho de qué hizo Jesús entre los doce y veintinueve años, algo que no se menciona, sin embargo, algunos esotéricos teorizan que los esenios se lo llevaron a estudiar ciencias exactas como la matemática y la geometría por ejemplo, y, también ocultas al resto de oriente y también a Egipto.


¿A qué vino realmente Jesús Cristo al mundo? ¿Cuál es el objetivo de su mensaje? Todo lo que en él sucede resulta simbólico, es una gran metáfora, con situaciones claves que marcan comportamientos durante la historia de la era común; dichos, refranes y proverbios, canciones, poemas, literatura, arte, mensajes subliminales, manifestaciones, que van construyendo una nueva narrativa, una narrativa que va destruyendo la narrativa y la mentira del Diablo y del demonio que torpedeó el verdadero propósito de la vida, de la existencia, del verdadero objetivo para el cual fue formado el universo y nuestro planeta Tierra, el verdadero objetivo por el cual nosotros llegamos a existir junto con todos los seres vivos. Y como su narrativa es verdadera y los verdaderos fundamentos de una verdadera existencia, empieza a transformar el pensamiento de la humanidad, por eso el maligno tiene que cambiar de estrategia, y tergiversa el mensaje que Cristo ha dejado y que ha convencido a mucha gente después de su muerte y resurrección, entonces el maligno se disfraza de Cristo también, y vuelve a confundir a la humanidad, no obstante, el Magnánimo es más perspicaz y sagaz, y ya conoce los pasos del maligno, por eso no le sorprenden sus actos ni mucho menos les teme, ni tampoco se frustra por eso, porque si algo el Magnánimo y Cristo tienen claro, es que la mentira no perdura, y con su propio peso se cae, porque sobre la mentira no fue edificado el universo, entonces el universo siempre busca su esencia, y vuelve a mantener el equilibrio. Por eso una de las razones por la que Cristo vino al mundo, fue para eliminar al maligno, porque es lo único que falta para que las leyes universales puedan funcionar bien, como cuando una máquina necesita arreglo para poder desarrollar bien por lo que fue creada.


No obstante, no es tarea fácil, pero tampoco imposible, entonces se acrecientan las guerras, los conflictos, porque el maligno también se resiste, le da poder a sus demonios de carne y de hueso que dirigieron y dirigen este sistema de mundo, los utiliza, les da poder, el derramamiento de sangre es severo, el mundo vive entre guerra y paz y paz y guerra durante los siglos después de Cristo, es la violencia más atroz aún porque los conocimientos científicos avanzan y la tecnología es superior a la de antes de la guerra común, pasan las generaciones, una tras otras, se heredan el poder, algunos tocados por Dios (YHWH) y otros por el Diablo, es una guerra invisible y argumentativa, que los seres terrenales no pueden comprender cuando son tocados por el bien o por el mal. No comprenden los asuntos ultraterrenales, no saben observarlos, y quizá algunos se han sentido atraídos por el más allá, tanto, que al estar fuera de sus comprensiones llegaron a la locura, porque fueron tan malos que el poder se les subió a la cabeza y oprimieron a los pueblos, o fueron tan buenos que les tocó morir por una verdadera causa, es decir, por la revolución de Cristo, aquella de recuperar el verdadero sentido de la existencia, de la vida, de estar aquí.


Sin embargo, el maligno se agota, sus actos lo condenan, ya no puede engañar como antes, ya su mentira como antes no funciona, los residentes del Cielo ya lo condenaron, piden su eliminación en todas las dimensiones habidas y por haber, es un ser sucio, ruin, bajo, cobarde, más cobarde que todos los demonios juntos, más que miedo, ni lástima da, y cuando uno contra él es firme, él se hace débil, y si uno lo derrota con el poder del pensamiento, de la Ética, de los verdaderos valores morales que llevamos en el corazón y mente, porque son nuestra esencia y cada día en nuestro ser se despierta más, entonces él tiembla, y si él tiembla también todos sus demonios, espirituales y carnales. No obstante, de la misma manera, en esta Tierra, en esta realidad, en esta dimensión, la humanidad debe aborrecer la avaricia, la codicia, la maldad, la barbarie, el genocidio, toda violencia, la mentira, todo acto insensato, todo tipo de corrupción, porque la corrupción es una cizaña del maligno, una tentación que induce a realizar; y todo ser humano que lleve a cabalidad todas estas nefastas acciones y cualidades deben ser derrotados por nuestra templanza, por nuestros argumentos, por nuestra decencia, por nuestra madurez mental y espiritual y el control de nuestras emociones, porque si ya soportamos al maligno, de ahí, toda su jerarquía se cae ante nosotros, sus subalternos, por eso de acuerdo a la literatura bíblica Satanás el Diablo respetó a Cristo, porque Cristo lo venció cuando después de haber sido el primero sobre todas las cosas en espíritu, el verbo, la sabiduría, el obrero Maestro se hizo carne, venció sus tentaciones, venció la duda, y quedó vencido el maligno y por ende, todos sus seguidores, por eso es el camino, la verdad y la vida, y si hay otro camino, entonces a nada conduce, porque no puede haber otro camino que el de comprender nuestra esencia para conocernos a nosotros mismos y fusionarnos con aquello que nos trajo a la vida, a la existencia, para hacernos uno, porque en realidad a ello pertenecemos, aunque estamos en la libertad de rechazarlo, y de escoger la inexistencia que hasta al mismo Diablo le causa pavor, y que ya es el destino y camino que escogió por soberbia. Aunque, sin lugar a dudas quien no rechaza esto, es porque su esencia es esa. Ese es el juicio contra ellos, contra el maligno, y la humanidad también debe señalarlos, porque son causa de aversión, la existencia no es digna para los demonios, crearon caos, sufrimiento, y le han hecho creer al hombre, a la mujer, que así es la vida, y que hay que resignarse, no, ¡despierta! Entonces seremos un ejército de carne y de hueso con el don del espíritu juzgando los actos del maligno, con la mejor arma nuclear que tenemos: las ideas.


Creas o no en Adán y Eva, tómalo como una leyenda, un mito, entiende el código del mensaje, de la metáfora. Cuando salió la voz del maligno, tentando a la pareja inocente, porque a los ingenuos es fácil de engañar, tanto que pensaron que la serpiente en el árbol del fruto prohibido era quien hablaba. Logró el maligno el engaño, despertaron quizá no tanto porque el fruto tuviera poderes mágicos, sino porque no acataron la orden de aquel o aquello que los trajo al mundo, así el juicio fue que una vida eterna no merecía esta parte de la creación, había que corregir algo en ella primero. Porque el ser humano es complejo, porque no es una máquina y tiene libertad de tomar sus propias decisiones, buenas o malas, sin embargo, las malas como el crimen no se pueden ni deben tolerar, entonces esa persona debe ser enjuiciada y en el peor de los casos eliminada. Quizá no era que les quisiera ocultar el conocimiento, lo que pasa, es que el conocimiento debe ser adquirido en un proceso de vida, primero la preparación moral, espiritual para saber utilizar ese conocimiento, porque de no tenerla, entonces crearemos algo peor que una bomba atómica y nos autodestruiremos. Entonces Cristo se hizo carne, vino, y enseñó, y nos recompró de Adán y de Eva, nos hizo sus hijos, nos adoptó, y por eso derramó su sangre, porque la sangre es sagrada, no tiene precio, en ella está nuestra vida, es invaluable, porque en ella está el espíritu, en ese sentido ya no es Adán el padre de la humanidad, ahora es Cristo nuestro padre, aunque estamos en la libertad de no aceptarlo, pero no aceptarlo, es también rechazar su sangre, su pacto, y, cuando uno rechaza algo, moralmente no podemos ni debemos pertenecer a ello, ni a ninguna promesa de lo que hemos rechazado, porque entender esto, aunque lo rechacemos, nos hace justos. De todas maneras el amor de Cristo supera nuestra imaginación, él sabrá.


Entonces los días y las noches del maligno son menos, más cerca que nunca en el calendario, por eso está desesperado, y eso se ve reflejado en sus títeres del mundo, en sus nefastos gobernantes, cuando derraman sangre, cuando bombardean pueblos, cuando masacran niños y ancianos y mujeres y se hacen pasar por un pueblo elegido cuando no lo son, cuando son los impostores porque su padre es el Diablo y así ellos operan, cuando esas interpretaciones están mandadas a recoger y los tiempos no se quedaron estáticos y cuando Cristo vino ya hace prácticamente dos mil años, es decir, ya estos son los últimos tiempos de este macabro sistema de mundo, para entrar en una nueva era, un nuevo mundo. Cuando la humanidad sea consciente de la existencia del mundo invisible, entonces comprenderá el comportamiento del visible, y cuando aquellos se den cuenta que han sido títeres del demonio, entonces algunos sentirán vergüenza y trascenderán, pero a otros les podrá más la soberbia y carecerán de humildad, que estarán dispuestos a morir en el Gehena y para siempre, no por honor, sino que algunos por vergüenza, y otros por una rebeldía sin verdadera causa, como la del actual hombre aparentemente más poderoso de este sistema de mundo, un pobre diablo guerrerista y filibustero, al igual que quienes le antecedieron.


Ese es el mensaje de Cristo, a eso vino, a eliminar el quiste dentro del universo y fuera de él. A desbaratar esa narrativa barata del maligno, del nefasto, a humillar su soberbia, a mostrarle que es nadie, que la grandeza está dentro de uno y no fuera, que uno con su energía desnuda ya lo tiene todo y que no necesita de apoderarse de los recursos del planeta Tierra para ser alguien, porque la realización es interna, no externa, que el entorno es un espacio para todos, para que circulemos y nos encontremos en sociedad fraternal, que todo es de todos y nada es de nadie. Que retar al Magnánimo no lo hacía grande, porque al maligno ni su propia existencia le pertenece, quizás sus actos, pero son efímeros y nada aportan a la vida, vanos e indignos, sin un verdadero propósito, porque de hacer el maligno su propio universo y su propio reino, entonces a sí mismo se autodestruiría por esencia misma, porque aunque tenga más conocimientos que la humanidad, nunca podrá superar al que le dio la existencia, que es la existencia misma, y con esa existencia uno debe fusionarse, porque a ella pertenecemos, porque esa existencia también somos todos nosotros. En ese sentido, la burla del maligno ha quedado reducida, humillada y ridiculizada por su propia esencia, insoportable para sí misma, tanto, que el maligno a pesar de su soberbia, para estar más tranquilo, por soberbia misma dará la razón a Dios (YHWH), lo que no lo salvará de su destrucción definitiva.


Y recuerde, que cuando uno lee un libro, un periódico, una revista, un artículo, o hasta una frase profunda, uno no volverá a ser el mismo, lo digo por experiencia, porque la experiencia no se improvisa.


Por José Antonio Támara-León.


El Escribidor de La Loma del Diamante.


Candidato a Senado de La República de La Gran Colombia por el partido del PACTO HISTÓRICO.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LECTURA DEL LIBRO SOBRE LA INVESTIGACIÓN NO RESUELTA DEL ASESINATO DE JUAN PABLO I DE DAVID YALLOP… (05/08/2’023)

El resultado de la politiquería histórica... (06/04/2'025)

Lectura sobre libro de “Retrato de un terrorista”… (07/01/2’025)