“Hablan los dioses (egipcios).” Sindéresis de la lectura del libro… (09/11/2’024)
“Hablan los dioses (egipcios).” Sindéresis de la lectura del libro… (09/11/2’024)
El principio no existía, existía el antes del principio, y el antes del principio siempre fue y ha sido la eternidad. En la eternidad no existe el tiempo, está estático el movimiento, como la mente de los muertos que están en un sueño profundo, pesado como las pirámides, como la fuerza gravitacional, más oscura que la noche, más oculta que la metafísica, es la presión de la mística, hermética y comprimida en un Sarcófago como en un huevo, donde no existe la nada, donde antes que la nada está el algo, ese algo que siempre ha sido, aquella mente suprema, que siempre ha estado en las tinieblas, porque es el antes que nada fuera. Su símil es el proceso de gestación, cuando se desarrolla el embrión, para entenderlo mejor, es un proceso de formación, como las grandes estrellas cuando son agujeros negros, son una réplica de aquella causa que hizo que todo fuera, porque es la esencia del universo, es la similitud de aquello que siempre fue antes de que surgiera lo primero.
Por eso, la introspección de nosotros es la semejanza del diseñador, cuando antes de la nada dentro de su ser meditaba, de donde saca el conocimiento para crear al universo, porque no había nada afuera, a sí mismo se enseñaba, en una profunda levitación, desarrolló todo significado de atracción, por eso controla la gravitación, y puede sacar a los muertos de su profunda depresión, que se encuentran en el mismo estado profundo en el que estuvo Aquél quien fuera desde antes de la nada, ya que el estado de la muerte es necesario vivirlo, para entenderlo y vencerlo, como de un despertar mientras uno estaba durmiendo. Por eso es que dentro de nosotros está todo, el conocimiento está en nosotros, dentro de nosotros emana cuando reflexionamos, cuando interiorizamos, porque a su imagen y semejanza somos, de ahí nuestro espíritu creador, que cuando es trascendental es revelador.
Después rompe la eternidad de su interior, cuando llega el momento de tanta asimilación, es cuando produce el desdoblamiento, cuando saca hacia fuera todo el conocimiento que tiene dentro, como saliendo del huevo, entonces surge la nada y empieza a nacer la Creación sostenida desde donde se encuentra, fuera del átomo o más allá de este, es donde se encuentra el Cielo, y surgen los ángeles que son los propios dioses, por eso se hace llamar el Dios de dioses, porque estos dioses sí han tenido principio, porque han nacido después del principio. Y nace la luz que brilla y fluye su energía fina y limpia como el oro y se empieza a dividir de la oscuridad. Y de ahí nace todo lo demás incluyéndonos a nosotros. Ese es el símil de la muerte y de la vida, del nacimiento y del fallecimiento y de la resurrección, que se puede manifestar como una reencarnación si se nace de nuevo en otro cuerpo, o si se recupera la carne del mismo y regresa a este la respiración. No se sorprenda si esta realidad supera la ficción, porque es la realidad una ficción, más real que la ficción, esa es la gracia, la nobleza, la calidad, el humor y la magia de Dios, la esencia del amor. Es alegórico, metafórico, simbólico.
Y en uno se sigue manifestando esta idea, es el inconsciente la muerte, es el subconsciente el salto del inconsciente, y es el consciente el despertar, y del consciente hay que regresar al inconsciente y vencer a la muerte y darle vida a su oscuridad, porque es el inconsciente las tumbas, a las que debemos llenar de oro para que se iluminen, porque el oro simboliza la luz, la energía que necesita el muerto para la inmortalidad, porque es el oro el metal con mejor conductividad, que enriquece a la mente para que los pensamientos por las neuronas tengan mejor sinapsis y viajen con más velocidad, así se va despertando el inconsciente con el estudio para sacarle la memoria que tiene secretos esotéricos, porque el estudio da el conocimiento, hace más fuerte al pensamiento, con la lectura de los libros y de la vida, de la propia existencia. Es el autoconocimiento el que va despertando las dimensiones del inconsciente, el que permite explorar estos planos de la mente, llegar a su gravedad y superarla, levitar.
Desde mi opinión personal los egipcios tenían una cosmovisión sobre la muerte bastante similar a los verdaderos israelitas. Aunque algunos interpretan que los egipcios pensaban que después de la muerte venía otra vida en ultratumba, yo tengo otra interpretación, pienso que al igual que los israelitas ellos tenían claro que al morir perecen los pensamientos, ahí está clara su mitología, el asunto es que los egiptólogos le dan una interpretación de acuerdo a la mitología griega y romana, o a la nórdica, que ellos esperan después de la muerte pasar a otra condición de vida o de existencia en otro lugar diferente al plano terrenal. Para mí los egipcios no esperaban resucitar de inmediato y menos en un plano diferente al terrenal o material, y sobre el “Juicio de Osiris” pienso que es algo simbólico al que ellos no llegaban en otra forma de existencia, simplemente era un decir que después de la muerte se iba a un juicio, el juicio es figurativo, el juicio le sucede al muerto sin que el muerto esté presente en el juicio, porque el Juez ya conoce el historial del muerto además de que conoce lo que está en su corazón, entonces no necesita que el muerto esté presente para hacerle el juicio, pienso que en este sentido se hace el juicio, luego el Juez determina si este muerto merece la resurrección. No obstante, pienso que los faraones estaban convencidos de que les iba a ir bien en el juicio y que les iban a dar la resurrección, y cuando hacen toda la parafernalia que más allá de un ritual cultual este está lleno de ciencia. El tamaño de las pirámides que pesan millones de toneladas, la forma para captar la gravedad del cosmos dirigida hacia el más allá, el peso de los sarcófagos, el hermetismo, la literatura en las paredes del sepulcro, el oro abundante. Más allá de analizarlo de una manera supersticiosa debemos observar su lado científico, y qué influencia tenía esto científicamente para el cadáver o el cuerpo muerto, o para la psiquis del muerto.
Los egipcios le dieron bastante importancia a la muerte, la muerte era el centro de su religión, de su vida, de su historia, y es interesante cómo manejan la situación, observa uno su madurez con el tema y cómo lo asocian, parece que han sido los que más han profundizado sobre ella, más que los israelitas, porque los israelitas no entran en detalle, hasta que la curia empezó a meter otras cosas ajenas a las creencias de Abraham como que después de muerto uno se va al cielo, lo que yo considero que no es cierto o no es la interpretación que debe dársele a los textos bíblicos, en ese sentido por eso digo que las creencias de los egipcios y la de los israelitas de verdad, tienen algo en común. Aunque los israelitas son monoteístas y los egipcios politeístas, el contexto sobre la muerte es igual o parecido. Y bueno, el Dios israelita es un Dios universal, es decir, el Dios israelita tiene todas las cualidades de los dioses egipcios, o cada una de las cualidades que representa un dios egipcio es una cualidad que tiene el Dios israelita, es decir, el Dios israelita son todos los dioses egipcios en uno solo. Aunque Egipto con el Faraón Akenatón de la dinastía XVIII vivió un tiempo de monoteísmo, y el monoteísmo para los egipcios de ese momento fue considerado como herejía, algo que es una ironía, porque para el monoteísmo la herejía es el politeísmo, bueno, son perspectivas. Y no tiene nada de raro que el verdadero Israel y Egipto tengan en algo afinidad, ya que Israel entra a Egipto en la dinastía XII con setenta personas, y sale de Egipto guiados por Moisés en la dinastía XIX con docenas de miles de israelitas, es decir, el verdadero Israel conoció ocho dinastías egipcias, por eso no cabe duda de que Egipto haya aprendido el monoteísmo de Abraham y haya conocido a Yahvé, así como tampoco de que Israel le haya aprendido muchas cosas a Egipto e incluso de que hayan emparentado, es decir, Israel sale de Egipto siendo también Egipto, porque así como José se casó con una egipcia, ha tenido esto que ocurrir miles de veces con los israelitas posteriores. Por eso nada de raro tiene que cuando salen de Egipto y Moisés tarda en traer los diez mandamientos los israelitas se cansan y empiezan a hacerse a un dios de oro de forma de becerro y a adorarlo, es decir, al dios Cnum de Egipto.
Como decía, pienso que el objetivo de los faraones no era resucitar de inmediato, así no lo entendían. Pienso que su objetivo era entrar en una etapa profunda pasaran miles de años y despertar en otra era o época del mundo o más bien del planeta. Su visión era a largo plazo, por eso hicieron grandes obras como las tumbas en todo su simbolismo, porque también pienso que querían dejar a las futuras generaciones un mensaje que aún sigue descifrándose, ellos querían que supiéramos lo que fueron, lo que eran, lo que son y lo que serán. Desde ese punto de vista fueron bastante generosos, debido al mensaje que solamente ellos y los sacerdotes conocían muy bien, sumándose al verdadero proyecto universal, como un deber moral con quienes llegarían después de su muerte, ya fueran otras dinastías cercanas a su período o nuevas culturas nacidas después de miles de años. Uno se pone a pensar por ejemplo en las murallas de Cartagena que para nosotros resultan antiguas por sus entre trescientos o cuatrocientos años, entonces uno hace la comparación con las primeras pirámides que se hicieron entre las dinastías III y VI, lo que pensaron dinastías trescientos o cuatrocientos años después, tan cercanas a ellos como a nosotros la historia de las murallas, en la relatividad de la historia resultan las murallas hechas apenas ayer, sin embargo para nosotros resultan de gran importancia, habría que esperar a ver qué piensan seres humanos dentro de tres mil años sobre nuestras murallas si es que las murallas logran sobrevivir tanto como las pirámides y si antes Cartagena no se hunde y la cubre el agua.
Este libro es una enciclopedia que tiene más de trescientas páginas, que en otros formatos de impresión podría tener entre seiscientas y setecientas páginas. Está organizado en orden alfabético, y cada término o palabra está definida por egiptólogos reconocidos que dan una explicación a manera de ensayo o artículo. Me parece un trabajo interesante que brinda una buena información sobre el tema. Sin embargo, hay que leer la literatura del antiguo Egipto para uno sacar sus propias conclusiones, y además de eso visitar Egipto y vivir una larga temporada en él. Y recuerden que cuando uno lee un libro, o un periódico, o una revista, o un ensayo, o un artículo, o hasta una frase profunda, uno no volverá a ser el mismo, lo digo por experiencia, porque la experiencia no se improvisa.
Por José Antonio Támara-León.
El Escribidor de La Loma del Diamante.
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