La Gramática… (01/10/2’024)

La Gramática… (01/10/2’024)



Tiene ciencia la Gramática,

Porque entre más uno la entiende,

La lectura uno más comprende.

Puede jugar con la palabra,

Conjugar de forma mágica.

Puede escribir mejor la oración,

Y llegar a ser gran orador.

No obstante, en uno es intuitiva,

Nuestra lengua madre, instintiva.

Gramática en uno es natural,

En su estructura ella es magistral,

Lenguaje, poder gramatical.


Criticar las incorrecciones,

Es no entender todo el bagaje,

Que oculta el poder del lenguaje,

Que ha nacido de los errores:

Bellas formas gramaticales.

Desconociendo su gerundio,

El participio en nuestro mundo,

Bella palabra tiene fuerza,

Cuando con ella juega el poeta.

Pasado, presente y futuro,

Primera y segunda persona,

A la tercera se menciona.


Preposiciones y adjetivos,

Los pronombres y los adverbios,

La conjugación de los verbos,

De los tiempos y sustantivos,

Recursos como: Infinitivo.

Sintaxis y otros elementos,

Fortalecen al argumento.

Los conceptos que se dividen,

Y que a su vez se subdividen.

Singular, plural y prefijos,

Etimologías y sufijos,

Y técnicas complejas siguen…


Nota (09/10/2’024): A uno le dan algo de Gramática en la primaria y en el bachillerato, sin embargo, no es lo mismo como leer y analizar un libro sobre Gramática. Así son todas las escuelas, las universidades, toman libros como estos y escogen un tema del libro, y entonces empiezan una clase. Y así le enseñaron a uno Gramática, no es como el autodidacta que toma completamente el libro y él mismo se da puñal con las instrucciones que da el libro. Para aquel que aprende de esta manera o en este método: mis respetos. Porque es hablar de Gramática, es decir, uno no va a la tercera persona, ni tampoco a la segunda, uno va a la primera, al grano, a lo directo, a quien ha elaborado este conocimiento, y por eso uno aprende más, y desarrolla lo aprendido, el asunto es que al autodidacta nadie lo acredita, a menos que la academia deje su falso orgullo y no sienta lastimado su ego y le reconozca a la persona un “Doctorado Honoris Causa,” no solamente en Gramática, sino que en otras áreas del saber.


No soy Gramático, con ser Escribidor es suficiente. La Gramática tiene su ciencia, tanto, que la Gramática tiene mucha Matemática, o la Matemática tiene mucha Gramática. No hablo de la Matemática aplicada, esa que usa números, no, hablo de aquella Matemática a la que le dicen pura, o demostrativa, es decir, a la Matemática que está antes de todas las ecuaciones, a esa Matemática que intenta explicar la esencia de las cosas, del universo, de su función. Me refiero a esa Matemática que usa las letras: X, Y, Z, entre otras, como en el Álgebra, por ejemplo. A la que crea las ecuaciones. Mas no porque usen letras en este sentido, sino, porque usa un lenguaje gramatical para resolver o crear un teorema o un axioma. Sin el lenguaje perfecto de la Gramática la Matemática no puede existir, no hay manera. Esto quiere decir que el lenguaje es matemático. Por eso cuando los mejores estadistas llegan a una conclusión con el lenguaje, ya han resuelto con la Gramática en su pensamiento lo que sucederá si se toma “X” o “Y” decisión, esto lo exponen los grandes pensadores con la palabra, sin embargo, otros lo exponen con ecuaciones matemáticas, que para llegar a ellas tuvieron que haber desarrollado un lenguaje a través del pensamiento y que ese lenguaje tuviera oraciones perfectas para definir la idea y así conjugar los verbos con los sustantivos y adjetivos y adverbios y pronombres y gerundios y participios y preposiciones y todo lo que contiene el lenguaje, como sucedió por ejemplo con la teoría de la relatividad. Por eso no es de extrañar que La Biblia exponga sobre el poder de la “palabra,” y en realidad estas no son pendejadas ni supersticiones, el universo está hecho de palabra, es decir, de lenguaje, todo lo que ocurre aquí en este momento que yo escribo esto y que usted lo lee, está sucediendo algo metafórico, abstracto, metafísico, que nos lleva al origen del hombre, porque el origen del hombre se nos manifiesta en cada momento de la vida, algo que comprendió Jesús Cristo y por eso alcanzó el dominio de la existencia, y como cuando uno escribe un libro y dice que vuela y que los muertos resucitan, de la misma manera él utilizó la metáfora para hacer todo aquello que describen los evangelios, porque la palabra o el verbo mejor dicho, tiene el poder de la sugestión, y la imaginación es la que crea las cosas, porque cada individuo es esencia del universo, y transforma su materia de acuerdo a lo que piensa o imagina. El asunto es que nosotros los seres humanos no hemos profundizado sobre estos asuntos, sin embargo, estos asuntos están en uno intentando salir de nuestro interior, y no salen del todo porque carecemos de Fe, y la Fe es una sugestión bastante poderosa que puede materializar nuestras ideas más sensatas y nobles. No obstante, uno está lleno de dudas, no porque crea que sean asuntos imposibles, sino porque no tiene el conocimiento para tener la certeza de hacerlas posible, y para alcanzar esto hay que saber dominar el lenguaje, donde está la esencia de la vida, del existir.


La Gramática en uno es instintiva, de acuerdo a la lengua madre de cada quien es intuitiva, y si uno se cultiva e ilustra, más innata se vuelve en uno. El poder del verbo o de la palabra no es decirlo y entenderlo superficialmente, como aquellos que utilizan el verbo para convencer o para meter cizaña, no en ese sentido tiene poder la palabra, porque ese es un uso elemental del verbo, es un uso mediocre también, básico, y más si tiene mentira o engaño. Yo hablo de la palabra con sabiduría, esa que edifica y que domina la existencia y la vida, esa que se materializa no porque yo logre enamorar a una mujer para que me dé un beso y luego hagamos el amor, no, sino porque es tan conocedora que le dice a una montaña que se mueva y se mueve, o a una higuera que se marchite y se marchita, o esa que ayuda a sacar el poder que tiene cada persona dentro de sí misma para curarse de una enfermedad, o esa que sugestiona a todo un público para despertar a un muerto de la muerte que lleva cuatro días fallecido, y todos a la expectativa sin darse cuenta del poder mental que de ellos ha salido y crean la escena a la que se les indujo a ser posible y observan cómo la persona regresa a la vida. El ser humano es poderoso y no se ha dado cuenta, no el poder de los gobernantes, ni el económico, sino, el poder mental, el poder de la sugestión, el poder del verbo, para materializar lo que parece fantasía.


Atentamente, El Escribidor de La Loma del Diamante.


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