La Plaza de La Trinidad de Getsemaní, La Sinagoga mayor y universal de Cartagena de Indígenas… (04/09/2’024)

La Plaza de La Trinidad de Getsemaní, La Sinagoga mayor y universal de Cartagena de Indígenas… (04/09/2’024)

Fotografía: Cristian Maya.

A mí me bautizaron a los tres años en la Iglesia La Ermita del Pie de La Popa. Recuerdo que no tenía la más mínima idea de lo que estaban haciendo en ese momento. Hay algunas fotos donde se muestra ese momento, mi mirada es de asombro, o de tratando de entender el asunto. Observaba mi alrededor, por eso nunca salgo riendo, porque de alguna u otra manera me consternaba algo nuevo para mí como el ser bautizado, por eso me veo serio como asimilando la situación, así me sentí. No obstante, me agrada recordar y analizar ese momento, ya que estaba con mis seres queridos y me sentía seguro con ellos, también porque la situación no deja de ser mística, o metafísicamente esotérica, a pesar de que a simple vista haya sido un ritual meramente tradicional y básico o elemental. Todos estos asuntos religiosos me empezaban a llamar la atención, intentando entender de qué se trataba. Después, uno va recibiendo otras informaciones, como aquellas venidas del protestantismo, por ejemplo, sin embargo, fue a los diez años de edad cuando dejé de ser católico, si es que algún día o alguna noche fui católico, hoy pienso que no pertenezco a ninguna religión, lo que no quiere decir que no las estudie o no me interese por conocer en lo que creen, aunque de las que he conocido he sacado lo bueno y desechado lo que considero malo. Entonces fue a los diez años cuando me convencí de haber recibido una respuesta, y fue esa la base piramidal para edificar mi pensamiento, donde están basados mis principios y valores éticos y morales, que nacen sin lugar a dudas del mensaje esotérico no tanto literal sino figurativo de la narrativa más precisa casi exacta que contiene La Biblia.

Lo anterior es para decir que no comparto la idea de la “Trinidad,” en ninguna parte de La Biblia aparece esa palabra, a no ser que el catolicismo la haya metido en sus versiones bíblicas irrespetando el verdadero concepto de lo que significa el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que para mí son tres seres diferentes, si bien, el Hijo siguió su camino hacia el Padre con la ayuda del Espíritu Santo. La “Trinidad” ya es una idea más del paganismo, no bíblica. Sin embargo, aunque esta plaza lleva este nombre a mí no me incomoda, aunque tengo claro que nace de una concepción errada para lo que se quiere representar de acuerdo al cristianismo. Así también se llama la Iglesia donde se casó mi prima Teresila en el año de 1’994 y era yo uno de los niños que llevaba los anillos, tenía cinco años en ese momento. Entonces, este lugar para mí es bastante icónico, simbólico, que contiene una fuerte metáfora, que va más allá de ser una plaza con una Iglesia, en ella hay una esencia más profunda, es como un portal alineado con la cosmogonía universal, donde se desgrana un conocimiento que viene de otras dimensiones. Por ejemplo, cuando he soñado que estoy en ella, hay una realidad que se escribe más allá de la realidad que uno vive cuando está despierto y en ella. La realidad que uno encuentra cuando la sueña, es como un libro que contiene cantidades de letras y de palabras con un contenido profundo que se debe escudriñar. Fue muy difícil para mí darle un principio a esta idea, no obstante, he encontrado por mera inspiración la palabra más precisa para empezar, que de ahí se desprenderán otras grandes definiciones, y es que La Plaza de La Trinidad de Getsemaní es una “Sinagoga.” Ahí concurren seres humanos de todos los rincones del mundo, es un punto de referencia universal, y por eso su misticismo. Es como irnos al pasado, a las plazas públicas de los romanos, o de los griegos, o de los persas, o de los babilonios, o a los sectores públicos del antiguo Egipto, o a los sectores públicos de las civilizaciones mayas o aztecas o chibchas o muiscas o incas. Es como sentarse a dar un sermón en el monte, es como cuando Jesús Cristo fue a orar a Getsemaní acompañado de sus discípulos. Aquí hay una imagen, aquí hay un logos, aquí hay una idea concretamente cristalizada. Lo que hay es que tener la consciencia despierta para poder observarla y darse cuenta, porque andamos distraídos. Lo único que la diferencia de las otras plazas antiguas es la tecnología actual que de alguna u otra manera la mayoría de seres humanos actuales emplea mal.

Aclaro lo del nombre para que no vaya a pensar la Iglesia que estoy de acuerdo con ella, aunque dejo claro que no me incomoda, porque el problema no es el paganismo, ya que del paganismo uno aprende, lo que uno debe es saber discernir entre lo bueno y lo malo, entonces algunos se preguntarán: ¿qué es lo bueno y qué es lo malo? O ¿qué es la verdad y qué es la mentira? Lo que sí está claro es que lo bueno y lo malo existe, y que la verdad y la mentira existe, así como existe el cielo y la tierra, así como existe el blanco y el negro, así como existe el hombre y la mujer, y así sucesivamente es esa una realidad y no debemos dejarnos confundir, por eso debemos prepararnos, ¿y cómo nos preparamos? Nos preparamos cuando empezamos nuestra búsqueda con seriedad, sin prisa y sin afanes porque es un proceso, y nuestra búsqueda más que externa es interna, porque en uno mismo está todo lo que necesitamos saber, por eso los sabios ancestros dijeron que nos conociéramos a nosotros mismos, ¿y cómo nos conocemos a nosotros mismos? Bueno, dijo alguien que dividió en tres partes la mente, el consciente y subconsciente e inconsciente, y yo lo interpreto de esta manera, el consciente es nuestro yo conocido que al final no es tan conocido por uno mismo, sin embargo es el que utilizamos en nuestro diario vivir, es el que se manifiesta en este plano de realidad tridimensional; el subconsciente es el puente para cruzar al inconsciente, el subconsciente nos manifiesta una serie de imágenes o interpretaciones que nacen de la vida consciente y que también revela algo del inconsciente, y si nosotros somos conscientes de esto, entonces lograremos llegar al inconsciente, es decir, ahí donde está lo que yo he llamado: nuestro yo desconocido, donde se encuentra el ego que debemos destruir y convertir en humildad, después, cuando usted pisa esta dimensión de su mente, no quiere decir que ya usted conoció su yo desconocido, lo que quiere decir es que ya usted es consciente de la existencia de su yo desconocido, es ahí cuando empieza un nuevo camino, cuando usted descubre el verdadero amor propio que no debe confundirse con falso orgullo ni con soberbia, es ahí cuando usted empieza a amarse de verdad, entonces empieza a querer más al resto de la humanidad. Para usted entrar en esta dimensión de su mente, hay un camino muy sencillo, ejercitar su cerebro, y cómo, con la lectura de libros, de la vida, del entorno, de la existencia; con el pensamiento, con el análisis, con la meditación, así crece su imaginación.

Jesús Cristo también aprendió del paganismo, sin embargo, no era idolatra, él era iconoclasta y además monoteísta, por eso estaba preparado para discernir qué tomaba y qué no del paganismo, a diferencia de Salomón que se dejó absorber completamente por el paganismo a pesar de también haber estado preparado, porque sus mujeres de otras regiones lo indujeron a las creencias de ellas y él a pesar de su sabiduría no pudo discernir entre lo bueno y lo malo, o quizás sí, sin embargo, pudo haberlo omitido y quizá no le importó, por eso después recibió la censura del Dios de Abraham, y ahí fue cuando se dividió Israel y Judá en reinados independientes. No obstante, se dice que a Jesús se lo llevaron los esenios para Egipto a los 12 años cuando lo escucharon hablar en el templo de Jerusalén sabiamente, aunque ya había estado de bebé con José y María en Egipto para que no lo matara Herodes “el grande,” porque Herodes pensó que el mesías vendría por un reino material o de este sistema de mundo, cuando en realidad su reino no era de este mundo, era algo más astral, más espiritual. Después los esenios con el permiso de José y María se llevan a Jesús para la India, pasa por Irán, Irak, Siria, Persia, Babilonia, llega a Grecia y nuevamente a Egipto hasta los 29 años cuando regresa a Palestina para anunciar su buena nueva, es cuando se aparece ante Juan el Bautista para ser bautizado. Era Jesús el Hijo, no el Padre, porque el Padre es mayor que el Hijo y al bautizarse recibe el Espíritu Santo, el toque final para aplicar todo el misticismo que aprendió de sus maestros esenios, así se convierte en el Cristo, en el Ungido, en el Mesías profetizado por los nobles profetas que escribieron el Antiguo Testamento, y así cumplirse en Jesús el verdadero propósito de la vida, de la existencia, para engrandecer el nombre del Padre, es decir, del Señor Soberano Jehová, o Yahvé, como otros le llaman. En mi caso y en el de muchos, nuestro bautizo fue al revés, sin tener conocimiento de nada, por eso no sé si tenga que hacerlo nuevamente ahora que tengo un amplio bagaje cultural y artístico, aunque no tengo religión como Jesús Cristo tampoco la tuvo, sin embargo, de ser necesario para recibir el Espíritu Santo, ya llegará el momento.

Ojalá estos asuntos los enseñe el Papa y sus cardenales en sus misas, de no hacerlo, entonces ya estarían pecando, la iluminación no es hermética, la iluminación es pública, para que cada ser humano se incentive y motive a su búsqueda. Por eso Jesús Cristo tenía poderes psíquicos, porque nosotros los seres humanos estamos hechos a imagen y semejanza del Padre, es decir, tenemos cualidades como el Amor, la Justicia, la Sabiduría y el Poder, la cualidad del poder no es ajena a nosotros, y tampoco es un poder basado en asuntos mundanos como el poder político y económico, no, porque ese poder es nada. El poder que uno hereda del Padre es místico, y ese es el que debemos despertar y desarrollar y ser conscientes de esto. Jesús Cristo dominaba la psiquis, así como la dominó la civilización de Lemuria y de Atlantis, por ende, la psiquis es un poder innato de nosotros, despertémosla, y destruyamos a los demonios encarnados que están atormentando al planeta Tierra y que ya están en sus últimos días y noches. Así seremos maestros de nosotros mismos.

De todas maneras, bienvenidos a La Sinagoga mayor y universal de Cartagena Aborigen: La Plaza de La Trinidad de Getsemaní.

Por José Antonio Támara-León.

El Escribidor de La Loma del Diamante.

De Las Águilas Doradas que irradian e inspiran Amor, Paz, Justicia y Poder.