En Barú… (25/09/2’023)

En Barú… (25/09/2’023)

Hace doce años cuando trabajaba cuidando las tierras que Argos se les robó a los nativos en Barú. Mi padre me hizo en ese momento un leve comentario sobre esos terrenos, y con eso fue suficiente para yo entender la problemática. Aunque no duré mucho porque no era lo mío, sobretodo por aquellas anécdotas donde los guardias hirieron o mataron alguna vez a un nativo que reclamaba las tierras en una protesta colectiva de la población, pueblo contra pueblo, unos reclamando justicia y otros defendiendo aquello para lo cual fueron contratados, mientras los rateros de cuello blanco estaban sentados en sus mansiones con su poder económico y politiquero, porque se creen dueños de la tierra. Las necesidades de un pueblo que se vuelve mercenario por la necesidad de trabajar para su sustento pero sometiendo a otro pueblo porque cree estar del lado correcto y haciendo el bien, con poca conciencia política, con un inmenso desconocimiento de la realidad, y de esto se aprovecha la lumpenesca élite que abusa de los privilegios con los que han nacido, porque se creen príncipes pero resultan ser una ralea más con plata, ya que más cobardes no pueden ser. Total que renuncié y una de las excusas es que iba a entrar a estudiar en La Universidad de Cartagena, en realidad ya no soportaba estar ahí como un esclavo del opresor, ganando al final un salario que no alcanza para un culo, no sirve para tener una buena realización como ser humano. Compañeros siguieron trabajando ahí por la necesidad, algo que duele, porque el pueblo sufre, es doblegado por la necesidad económica y esto no le deja pensar bien, aunque el sueldo no alcance para un culo prefieren eso a nada, porque algo es algo y peor es nada, es el dicho popular, entonces obligan al pueblo a ser conformista, por eso el pueblo no puede entender la Reforma Laboral que quiere Petro y uno debe ilustrarlo, para que tenga un salario digno y una mejor calidad de vida, para que su fuerza de trabajo compense con su salario y no sea explotado por los vagos que hasta falsos empresarios son porque quieren vivir de la teta del Estado, esos sí son los verdaderos parásitos. Allá pasaba leyendo en la guardia, me llevaba un libro que en un dos por tres me leía, algo que mis compañeros admiraban, y los invitaba a leer, porque leer es bueno, aprende uno mucho sin tener que ir a La Universidad.

Al final, uno resulta ser familia de todo ese pueblo de Barú, o al menos de un gran porcentaje, porque un ancestro mío, el zambo Angulo se enamoró de una indígena ancestra mía de una tribu que se apellidaba Berrío y él era un terrateniente que perdió muchas tierras en Barú por amor, porque al final el amor es lo que vale, por eso uno hasta con el Cacique Karex resulta ser pariente, y también de todos los afrodescendientes que se han ido mezclando en el transcurso de nuestra dolorosa historia y que residen en Barú, porque nos hacen una prueba genética y los científicos encontrarán ancestros comunes, esa es una verdad, y por eso es que a uno le duelen los atropellos contra la gente de nuestros territorios, yo los considero familia. Por eso el pueblo no debe seguir vendiendo al pueblo, ni mucho menos a estos turcos que llegaron de último y llegaron montando imperio, que en realidad no tienen una pizca de nuestra sangre y por eso nuestros pueblos no les duelen, a ellos les importan un culo. ¿Cómo es posible que el pueblo se les arrodille a esta ralea? Seguramente tendremos que inyectarle carácter y criterio a nuestros pueblos, y si es que ya lo tienen, entonces debemos despertárselo porque están dormidos aún en lo más profundo de su ser. No tenemos por qué doblegarnos ante ellos, estas tierras son más nuestras que de ellos, pero no necesitamos hacer un disparo para recuperarlas, lo que necesitamos es reclamarlas como nuestra herencia, es que fueron nuestros ancestros los que hicieron patria. ¿Acaso estos turcos tienen sangre indígena o negra? Quizá tengan blanca, pero son blancos de oriente, no de España, que, a muy a pesar por la historia macabra, tenemos ancestros también españoles que fueron quienes dominaron en nuestros apellidos. Porque muchos de estos turcos no quisieron mezclarse porque les causaba aversión nuestra raza, aunque a algunos pocos les pudo más el amor, y fueron los que lograron al menos emparentar con nosotros que somos los verdaderos príncipes de estas tierras porque nuestros ancestros participaron en la Independencia de nuestra Nación, que les quede claro a los turcos y al pueblo y a los que llegaron después de la Independencia que lideró Bolívar, Santander, entre otros: ¡Nuestra Nación! Por eso me indigna cuando Blel Saad intentó mostrar su clasismo cuando dijo que del Pie de La Popa para allá eran los negritos o los de menos ma’e y pa’e, por eso yo me he encargado últimamente de ponerlos en su sitio, porque yo tengo la autoridad para ponerlos en su lugar y dejarles claro quienes somos los que mandamos aquí, quienes somos los que tenemos clase aquí y por eso me cago y me meo en su clasismo, y escribo no para discriminar, porque más discriminadores que Blel Scaff y Arana Padaui y Turbay y Char Chaljub no pueden haber. Como el ex-.gobernador Juan Carlos Gossaín que se lavaba las manos con alcohol después de habérsela dado al pueblo, es que son unos hipócritas todos ellos, clasistas sin clase, una ralea de banda criminal organizada de la delincuencia común organizada lumpenesca paupérrima y pusilánime que debemos desarticular, ya es hora, les hemos dado mucho poder y han abusado del mismo, por eso debemos ponerles un límite y exigirles que nos respeten y recordarles que cada loro debe estar en su estaca.

Así como Dau Chamat, por ejemplo, al que apoyamos a muerte para que fuera Alcalde en contra de otro turco que prefiero no nombrar porque al pobre ya le he dado mucho látigo con las letras, no por miedo, sino porque ya me hastié de nombrarlo, además al pobre como que lo tienen amenazado, no sé si la guerrilla o el Clan del Golfo, pero al hombre como que ya le quieren dar materile. Pero bueno, ese no es el tema, siguiendo con Dau Chamat, que tampoco tiene sangre indígena ni negra, aunque blanca, pero no de España, un poco atolondrado sí, quizá eso marca la diferencia con los anteriores nombrados, no obstante, no me gustó cuando dejó ver su clasismo contra Cynthia Amador, una nativa de Cartagena de pura cepa, porque andaba rodeado de Fadul y Saer, que no disimulan su clasismo, pero si vamos a hablar de clase, Cynthia tiene más clase que ellas dos. Sin embargo, la presencia de Cynthia ya les incomodaba en el Palacio de la Aduana a estas clasistas que llegaron a nuestra Nación de últimas. Pero bueno, yo apoyé a Dau para que fuera Alcalde, un turco en el que confié, tampoco voy a decir que sea corrupto, pero sí es desagradecido y permite que haya corrupción, aunque una vez salió diciendo que dentro de su administración había corrupción pero que era a sus espaldas, que él no se daba cuenta. Lo bueno es que ha terminado puestos de salud y hay otros por terminar, incluyendo el de Barú, algo positivo.

A lo que quiero llegar mi gente, es que debemos entender estas cosas, para que entendamos como se mueve la cosa política aquí, hay tribus de tribus, y la tribu más antigua es la que debe poner el orden cuando las otras tribus quieren formar desorden y hacer de nuestro entorno un caos, entonces es cuando nosotros, los que tenemos la verdadera autoridad decimos el lema de nuestro escudo patrio: Libertad y Orden. Para hacer un llamado de atención, y así, entre todos, como una sola familia sometamos a los insurrectos que han querido prostituir la esencia filosófica de la Institucionalidad de nuestro Estado-Nación en su espíritu más profundo. Porque no debemos seguir permitiendo que la ralea clasista pero lumpenesca siga desprestigiando la Institucionalidad que no labraron, porque les vale verga, porque no la hicieron sus ancestros, porque no tienen sangre indígena ni negra, porque no son nuestra familia y por eso les importa un carajo si nuestros territorios avanzan, pero Gloria al Señor Soberano Jehová Dios de todos los ejércitos que Char Chaljub no tiene ningún grado de consanguinidad con nosotros, y si tiene, quizá algo pero de antes de Cristo, y eso, ya ese ADN se habrá evaporado con el tiempo.

Por José Antonio Támara Madariaga – León López.

El Escribidor de La Loma del Diamante.

De Las Águilas Doradas que irradian e inspiran Amor, Paz, Justicia y Poder.