Un país ideal…
Un país ideal…
En un país ideal,
Un Senador coge bus para llegar al
Congreso de su República,
No necesita escoltas,
Ni camionetas blindadas,
¿Para qué?
Si se coexiste entre las diferencias,
Es un individuo más,
Que ejerce la política por amor a
la patria,
No sabe qué es robar el erario de
un país,
No lo concibe,
No está en su cabeza,
Porque piensa en cultivar el
espíritu,
En ser ejemplo para la sociedad,
Ser ladrón, avaro o codicioso, le
aterra,
No está en sus valores,
Ni en sus principios,
Mucho menos en su corazón,
Sería traicionarse a sí mismo,
A su esencia,
Está lleno de Filosofía, y de la
vida,
Habla sobre la verdad,
Y sobre ella edifica,
Construye,
Reconstruye,
Su voz pesa,
Porque sus palabras se reflejan en
sus actos,
Por eso tiene la autoridad moral
para censurar,
Para reprender,
Y conducir a su sociedad hacia la
reconfortación,
Porque la exhorta,
La conduce al bien,
No es egoísta,
Piensa colectivamente,
Y así se protege como individuo,
Busca trascender para ser luz,
Para guiar a la humanidad,
Ser ejemplo a seguir,
Es tan sencillo, y tan profundo,
Su salario es suficiente,
Prudente,
Moderado,
Lo necesario para vivir dignamente.
Lo mismo pasa con un Representante
a la Cámara,
(En un país ideal)
Con un Diputado, o Concejal,
Podrían llegar a su lugar de
trabajo hasta en bicicleta.
También,
Con un Alcalde, o Gobernador,
Hasta con un Presidente de un
Estado,
Es esa la madurez de un pueblo,
Porque el estatus no lo dan los
bienes materiales,
Ni mucho menos mal habidos,
No,
A un país,
Al mundo,
Lo enriquece es el espíritu,
Porque en él se basan los
principios fundamentales de la ética,
De la coexistencia,
Del amor hacia nuestro semejante,
Como hacia uno mismo,
Sin recurrir a la violencia por
pensar diferente.
De ser lo contrario,
Ya conocemos la historia…
Atentamente: El Escribidor.
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