EL TRABAJO EN EL MUNDO DE LOS ESCRITORES Y POETAS EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA HUMANIDAD...
Muchos piensan que el trabajo del escritor y del poeta es pan comido. Muchos asumen que el escritor y poeta solamente se sienta a escribir lo que piensa y ya. El título dice: "el trabajo en el mundo", cuando en verdad quiero decir: el aporte al mundo de los escritores y poetas. Cuando el título dice: "el trabajo", tampoco es lo que quiero decir, más que todo lo expreso así para dar a entender que no es nada fácil, que aunque para nosotros es una pasión, no deja de ser un trabajo exhaustivo, aunque en mi caso no lo asumo como un trabajo, pero a parte de la humanidad cuando le hablan de trabajo, tácitamente comprenden que ha sido con esfuerzo y sacrificio. En pocas palabras lo anterior quiero resumirlo así: "Aunque para el escritor y poeta el escribir no es asumido como trabajo, es tremendo trabajo."
Muchos piensan que escribir un libro o plasmar poesía no demanda tanto como el hacer un edificio, o un submarino, o una nave espacial, o administrar una empresa, o lo que parte de la humanidad considera un trabajo exhaustivo. Muchos piensan que escribir y plasmar poesía no es un trabajo exhaustivo como construir un puente, o hacer un estadio de fútbol o de béisbol. Eso piensan muchos. Pero que se sienten ellos a escribir un libro o a plasmar poesía. Porque aquí no estamos construyendo una pirámide o un túnel, aquí estamos construyendo algo sumamente trascendental, y es la construcción del espíritu, que es la misma construcción de la humanidad, y si la humanidad está espiritualmente construida, el edificio, el puente, el submarino, la pirámide, el túnel, la nave espacial y demás cosas, serán mucho mejor construidas, porque tendremos un espíritu bien estructurado. Ese es el aporte que hace el escritor y poeta a la humanidad, construir su ser interior, para que esa persona logre construir su exterior. Pero cuando el ser humano desvaloriza el trabajo de un escritor y de un poeta, entonces los edificios se caen, y también los puentes, y también caen las naves espaciales, y los submarinos no vuelven a la superficie. Porque un escritor y un poeta están plasmando el ser, y el ser en lo más intrínseco tiene la ética, esos valores y principios que son capaces de hacer del mundo un paraíso si son aplicados totalmente.
Entonces, cómo hacemos los escritores y poetas para hacerle entender a esa parte de la humanidad nuestra labor que está llena de valor. Cómo hacer entender a ese gremio de humanidad que si valoran nuestra hazaña de escribir y de plasmar poesía, ellos podrán tener un mejor estilo de vida porque cultivarán su espíritu, y serán más prácticos en el diario vivir.
El escritor nace, y también nacen los poetas. Sin embargo, estos sienten la verdadera necesidad de cultivarse diariamente, y cultivarse requiere de tiempo, espacio, esfuerzo intelectual, observación, análisis. No es la fuerza que hace un carpintero, ni un albañil, ni ningún otro obrero, pero es la fuerza del pensar, y esta fuerza es desvalorada. Porque muchos piensan que quien en realidad se gana el pan es el que usa su cuerpo y se desgasta con él desarrollando una labor como las anteriores mencionadas en este párrafo. Un mecánico hace un esfuerzo, un electricista también, entre otros, ellos aplican su fuerza de trabajo, y también su conocimiento, y es ahí donde quiero llegar. Cuando el escritor y el poeta se cultiva, adquieren un sin fin de conocimientos, y cada día se sensibilizan más. Para que el escritor y el poeta puedan plasmar una idea que se convertirá en un concepto, entonces es ahí donde empieza su esfuerzo, sumado al esfuerzo anterior que el escritor y poeta hizo para cultivarse y para plasmar esa idea. Cuando el escritor y poeta piensan, el cuerpo se conecta con la mente y la mente se concentra, y esta concentración requiere de energías, y la energía que una gasta pensando, puede ser la misma energía que uno se gasta preparando una mezcla de cemento. Entonces muchos piensan que el trabajo del escritor y del poeta vale mierda, y que no requiere de mucho esfuerzo. Pero bueno, los escritores y poetas debemos entender y comprender que no todos en el mundo son escritores y poetas, y que por ende no todos lograrán comprender lo que nosotros comprendemos, y que por ende nosotros debemos tener paciencia. Porque no es lo mismo pensar que mañana es viernes, que pensar por qué mañana es viernes. Entonces el escritor y poeta piensa con más profundidad.
Por eso muchos escritores y poetas mueren en la desidia, en la miseria, porque vivimos en un mundo que no valora los asuntos del espíritu, y por no valorar estos asuntos, la humanidad es un caos, el mundo es un caos. Todos tienen afán, todos quieren ser ricos sin ninguna ética. Y los escritores y poetas sabemos esto con profundidad, por eso nuestro espíritu clama, y aunque sabemos que nuestro trabajo no enriquece en dinero, sí enriquece el espíritu, y aunque estemos materialmente en la miseria, en el espíritu somos extremadamente ricos, y aunque en el exterior de nosotros vivamos en un chiquero, en el interior de nuestro ser tenemos muchos palacios, porque es esa la verdadera riqueza, y la supuesta riqueza que las monarquías ostentan, no es más que una vil falacia, una verdadera miseria, porque la clase no se lleva fuera, sino dentro.
La humanidad está cegada, los capitalistas están cegados, los monarcas están cegados, quienes oprimen la humanidad están cegados, quienes le siguen están cegados, el éxito ha sido tergiversado, y quienes no están cegados quieren hacer despertar a esa humanidad, entonces la humanidad cegada les dice comunistas, castrochavistas, socialistas, flojos, no quieren trabajar. Pero nosotros los escritores y poetas sabemos que ellos están cegados, y que por eso dicen que nuestro discurso es barato, y eso lo debemos comprender como los buenos escritores y poetas que somos, y tener la fe intacta y firme convicción de que esto cambiará aunque nos muramos de hambre, porque nosotros los escritores y poetas a causa de nuestra sapiencia tenemos la virtud de la paciencia.
De Antonio Támara León.
Escribidor y Poeta.
Muchos piensan que escribir un libro o plasmar poesía no demanda tanto como el hacer un edificio, o un submarino, o una nave espacial, o administrar una empresa, o lo que parte de la humanidad considera un trabajo exhaustivo. Muchos piensan que escribir y plasmar poesía no es un trabajo exhaustivo como construir un puente, o hacer un estadio de fútbol o de béisbol. Eso piensan muchos. Pero que se sienten ellos a escribir un libro o a plasmar poesía. Porque aquí no estamos construyendo una pirámide o un túnel, aquí estamos construyendo algo sumamente trascendental, y es la construcción del espíritu, que es la misma construcción de la humanidad, y si la humanidad está espiritualmente construida, el edificio, el puente, el submarino, la pirámide, el túnel, la nave espacial y demás cosas, serán mucho mejor construidas, porque tendremos un espíritu bien estructurado. Ese es el aporte que hace el escritor y poeta a la humanidad, construir su ser interior, para que esa persona logre construir su exterior. Pero cuando el ser humano desvaloriza el trabajo de un escritor y de un poeta, entonces los edificios se caen, y también los puentes, y también caen las naves espaciales, y los submarinos no vuelven a la superficie. Porque un escritor y un poeta están plasmando el ser, y el ser en lo más intrínseco tiene la ética, esos valores y principios que son capaces de hacer del mundo un paraíso si son aplicados totalmente.
Entonces, cómo hacemos los escritores y poetas para hacerle entender a esa parte de la humanidad nuestra labor que está llena de valor. Cómo hacer entender a ese gremio de humanidad que si valoran nuestra hazaña de escribir y de plasmar poesía, ellos podrán tener un mejor estilo de vida porque cultivarán su espíritu, y serán más prácticos en el diario vivir.
El escritor nace, y también nacen los poetas. Sin embargo, estos sienten la verdadera necesidad de cultivarse diariamente, y cultivarse requiere de tiempo, espacio, esfuerzo intelectual, observación, análisis. No es la fuerza que hace un carpintero, ni un albañil, ni ningún otro obrero, pero es la fuerza del pensar, y esta fuerza es desvalorada. Porque muchos piensan que quien en realidad se gana el pan es el que usa su cuerpo y se desgasta con él desarrollando una labor como las anteriores mencionadas en este párrafo. Un mecánico hace un esfuerzo, un electricista también, entre otros, ellos aplican su fuerza de trabajo, y también su conocimiento, y es ahí donde quiero llegar. Cuando el escritor y el poeta se cultiva, adquieren un sin fin de conocimientos, y cada día se sensibilizan más. Para que el escritor y el poeta puedan plasmar una idea que se convertirá en un concepto, entonces es ahí donde empieza su esfuerzo, sumado al esfuerzo anterior que el escritor y poeta hizo para cultivarse y para plasmar esa idea. Cuando el escritor y poeta piensan, el cuerpo se conecta con la mente y la mente se concentra, y esta concentración requiere de energías, y la energía que una gasta pensando, puede ser la misma energía que uno se gasta preparando una mezcla de cemento. Entonces muchos piensan que el trabajo del escritor y del poeta vale mierda, y que no requiere de mucho esfuerzo. Pero bueno, los escritores y poetas debemos entender y comprender que no todos en el mundo son escritores y poetas, y que por ende no todos lograrán comprender lo que nosotros comprendemos, y que por ende nosotros debemos tener paciencia. Porque no es lo mismo pensar que mañana es viernes, que pensar por qué mañana es viernes. Entonces el escritor y poeta piensa con más profundidad.
Por eso muchos escritores y poetas mueren en la desidia, en la miseria, porque vivimos en un mundo que no valora los asuntos del espíritu, y por no valorar estos asuntos, la humanidad es un caos, el mundo es un caos. Todos tienen afán, todos quieren ser ricos sin ninguna ética. Y los escritores y poetas sabemos esto con profundidad, por eso nuestro espíritu clama, y aunque sabemos que nuestro trabajo no enriquece en dinero, sí enriquece el espíritu, y aunque estemos materialmente en la miseria, en el espíritu somos extremadamente ricos, y aunque en el exterior de nosotros vivamos en un chiquero, en el interior de nuestro ser tenemos muchos palacios, porque es esa la verdadera riqueza, y la supuesta riqueza que las monarquías ostentan, no es más que una vil falacia, una verdadera miseria, porque la clase no se lleva fuera, sino dentro.
La humanidad está cegada, los capitalistas están cegados, los monarcas están cegados, quienes oprimen la humanidad están cegados, quienes le siguen están cegados, el éxito ha sido tergiversado, y quienes no están cegados quieren hacer despertar a esa humanidad, entonces la humanidad cegada les dice comunistas, castrochavistas, socialistas, flojos, no quieren trabajar. Pero nosotros los escritores y poetas sabemos que ellos están cegados, y que por eso dicen que nuestro discurso es barato, y eso lo debemos comprender como los buenos escritores y poetas que somos, y tener la fe intacta y firme convicción de que esto cambiará aunque nos muramos de hambre, porque nosotros los escritores y poetas a causa de nuestra sapiencia tenemos la virtud de la paciencia.
De Antonio Támara León.
Escribidor y Poeta.
Comentarios
Publicar un comentario