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Mostrando entradas de agosto, 2018

Tú me Estremeces

Te contemplo solamente, y tú me estremeces. Más allá de querer metértelo, de que entre tú y yo exista una penetración, así como injustamente cualquier hombre piensa de inmediato con la cabeza de abajo: tú me estremeces. No es necesario tener sexo, sólo con verte ya tú me llenas, ¡imagínate haciéndonos el amor!: me estremecerías más todavía. Me sentiría plenamente pleno. Qué tienes tú, ¿qué tienes? Te abrazo fuerte, y te beso, y te huelo, y yo empiezo a vibrar, mi corazón acelera, y retumba, y siento tremenda felicidad. Será que estoy volviendo a experimentar la belleza del verdadero amor, ese amor que no necesita del coito para ser verdadero, porque el amor verdadero es el reflejo de un verdadero espíritu. Nosotros hablamos poco, usamos el lenguaje del silencio, y nos decimos mucho. Pero, ha llegado el momento para que hablemos seriamente, y aclaremos qué es lo que sentimos, si es que aquí se puede cultivar algo extraordinariamente bello, o si mejor nos seguimos reprimiendo, y seguimos...

"Mi nombre es James, James Bond." Agente 007.

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¡Yerda! El agente 007, en, desde Rusia con amor, escrita por: Ian Fleming. Recuerdo que cuando estaba niño me gustaba jugar Golden Night 007, siempre me ha gustado el fusil, por eso me fui a prestar el servicio militar, fue una de las tantas razones, para disparar el fusil en vivo y en directo: ¡Tra! ¡Tra! ¡Tra! ¡Tra! ¡Prááá!... Me gustaría volver a hacer polígono. De las pistolas del vídeo juego me gustaba una que mataba de un solo tiro: La golden gun, la pistola de oro del agente secreto James Bond. Como a James Bond, a mí también me encantaría tener licencia para matar, así fusilaría a todos los delincuentes de cuello blanco que existe en la República de Colombia. De Antonio Támara León. Escribidor y Poeta del Plomo.